Querida Aitana , acabo de sentir sobrecogido el corazón . Todo el que me conoce sabe que desde que escribo siento especial debilidad por las voces desnudas y los pianos dolientes. Esas voces capaces de susurrarte recuerdos mientras un piano llora, esas voces que escalan en la escalera de las emociones para gritarle al mundo que ojalá «la lluvia» nos vuelva a sentir. Aitana no necesita fuegos de artificio a su alrededor , es potencial absoluto. Su imagen a veces frágil , a veces fuerte, su voz escondida y sus propios silencios son contestadas con contundencia en cada una de sus canciones, repito , si con contundencia.
No voy a escribir que está es la balada del año , que podía serlo perfectamente, hoy os quiero escribir a todos y todas aquell@s que desde las 00 : 00 horas de hoy viernes , os abrazáis a una almohada en silencio mientras escucháis el susurro de una voz perfecta como mediante sus propias emociones os dibuja las vuestras , que mientras su echar de menos os regala como un dibujo olvidado vuestros propios recuerdos. Más allá de todo eso , eso es Aitana, Aitana es música y nada más no lo olvidéis. Su canción desde hoy os habrá , nos habrá cambiado la vida a todos un poco y esa es su verdadera magia, su auténtico poderío .
Cuestiones técnicas aparte, creo que la canción tiene un diseño armónico poderoso , cuidado , medido , exquisito y elegante. Aitana camina de puntillas sobre una letra, sobre unas baldosas amarillas llenas de rosas y espinas que han dibujado una manera de mirarse al espejo de un futuro , que no existe, de un camino que nunca se anduvo pero si de un recuerdo que te lleva de la mano para el resto de su vida y de la nuestra. Bienvenida la música que nos cambia, que nos rompe, que nos abraza , que nos araña y nos duele, que nos recuerda y nos ama. Aitana , hoy nos a mirado dentro del corazón a todos a través de la mirada de su alma.
Poco más puedo decir que es un auténtico bocado de realidad y de sensibilidad. Es un golpe encima de la mesa de aquellos que amamos la música por encima de nuestra propia razón y para aquellos que hacemos de las canciones la banda sonora de nuestras vidas. Felicidades Aitana, es «la canción», es un vestido de piano con acordes de vida. Que ojalá no sea la balada del año , pero si la canción de nuestra vida. Felicidades. Que viva la música … la tuya.
