Conversamos con Beatriz Luengo. ¿Como te sientes sabiendo que has cambiado la vida de tantas personas?. Esa fue una de las preguntas que me quedaron pendientes por preguntar a Beatriz luengo.
Cuando conoces a alguien a quien admiras tanto como lo hago yo con Bea desde hace casi dieciocho años y tienes la oportunidad de charlar un rato con ella sientes miedo ya que corres el riesgo de que esa personadefraude toda la imagen que has ido construyendo con el paso del tiempo y sentirte defraudad@ porque a pesar de seguir admirando al artista este/a pueda perder en calidad humana, ella no,es más, todo lo contrario.
Bea llega sonriente a nuestro encuentro, a pesar de estar enferma ese día, a pesar del frio en Madrid, a pesar de que no le hace falta conceder entrevistas, ella viene como si de su primer día se tratase. Saluda a todas y cada una de las personas que se encuentra a su paso hasta llegar a nuestro encuentro y una vez que llega su mirada me calma porque su naturalidad no puede ser más sincera.
Conversamos previamente antes de comenzar la entrevista y ella me pregunta ilusionada: ¿Has leído el libro? , y ahí le confieso que por supuesto, todo lo que ella lleve a cabo siempre lo verán mis ojos y lo escucharan mis oídos.
Beatriz Luengo presentó hace un mes su primer libro «El despertar de las musas» este trata de las historias de superación de once mujeres y un hombre, los cuales, a pesar de tener un talento inmenso y haber realizado obras maestras finalmente no han visto recompensa ni reconocimiento de ningún tipo.
Historias motivadoras, un libro que habla de realidades camufladas en ojos de seres humanos adaptadas al mundo de hoy en día. Un regalo perfecto para cualquier ocasión, y ahora que llegan las navidades, ¿qué mejor regalo que una obra de arte que nos inspira a sacar lo mejor de nosotros?
No os perdáis esta entrevista tan personal, este es el regalo que la vida me hace a mí, a una pequeña que con doce años soñaba ser «Lola» y hoy tiene la oportunidad de conversar con Bea.
Gracias por ser el cambio de una generación,
Gracias por inspirarme, musa.
