He dejado pasar unos cuantos días para escribir sobre el nuevo single de Cepeda. Recibíamos por twitter muchos mensajes, preguntando nuestra opinión ante la nueva canción que pertenece a su ansiado ya nuevo trabajo discográfico. Todo tenía una razón que ahora paso a explicaros.
Creo que la virtud de un artista es superarse, superarse así mismo en emociones, en recuerdos, en nostalgias presentes y sonidos futuros. Hay momentos que un artista de un salto hacia delante y hace un click para subir un peldaño más en una evolución que presumimos infinita en este genio terrible.
Queríamos también que el ruido diera paso al silencio. Al silencio de aquellos que tuvieran la oportunidad de conocer al artista tal cual le conocemos nosotros, en su estado más absolutamente orgánico y creo que esta canción es un paso más.
Me gusta la simplicidad compositiva de un tema que es un dibujo en blanco y negro que va llenándose de luz estrofa a estrofa, como nace de un ritmo simple y sencillo que se viste de una complejidad elegante progresiva buscando la emoción siempre de una letra que araña por ser próxima, orgánica y identifica todas y cada una de nuestras emociones.
Y ahí viene la segunda parte del análisis positivo, el progresivo redescubrimiento de Luis Cepeda en cada canción. Sube peldaño a peldaño su exigencia, su mensaje y su nivel compositivo. Es interesante de esa evolución , al menos desde nuestra observación, como cada estreno es una espera y no una demanda.
La música del joven artista gallego se ha convertido en una necesidad y una espera, ese abrazo largo que se busca en la distancia y esa mano tendida cuando se necesita y es necesaria.
Mientras tanto seguimos a la espera de su segundo trabajo discográfico, que gracias a los shows acústicos que está llevando a cabo por parte de la geografía hemos ido recibiendo alguna que otra píldora.
Cepeda no necesita vestir de fuegos de artificio sus canciones, no se necesita dotarla de más foco que su propia retroalimentación, destaca el progresivo incremento de sus números, el progresivo impacto en mas rango de público y la práctica unanimidad de la critica ante cada nuevo tema que estrena.
Cómo el mismo afirma en su canción «Tan sólo el tiempo es dueño de este viaje», el tiempo nos está dando la razón y nos la seguirá dando. Cepeda es compositor de presente y referencia de futuro, no olviden. La música sonríe y sueña, «en blanco y negro o a color» y cuando ella despierta sabe sin duda que si Cepeda «no existiera» habría que inventarlo.
Nos vemos de concierto amigo.
