Dvicio, «El laberinto» la reinvención de los valientes

¿Queréis escuchar un disco que merezca la pena y en el que solo con prestar un poco de atención podáis percibir el trabajo que hay detrás y las horas que se han dedicado a el antes de su salida? Si la respuesta es SI, necesitáis escuchar «El Laberinto» la nueva obra maestra de Andrés, Martin, Luis, Alberto y Nacho.

Un salto al vacío y sin paracaídas, así podría definirlo, a ellos no les hace falta, ya sabemos que son más de «volar» y de hacernos viajar a los demás con su manera de vivir este mundo compartido tan bonito, la música.

Cuando hablo de que este disco es una obra maestra no exagero, y aunque no me hace gracia, esbozo una sonrisa mientras recuerdo todo lo que se ha hablado de la gran Rosalía estos meses, Dvicio se ha reinventado aun sabiendo que lo que los demás esperaban de ell@s era otra cosa, otro estilo, otra música, otra manera de contar, pero ellos han priorizado su esencia, esa que hace diez años les sentaba en un coche a hablar sobre «Paraísos» y hoy les trae hasta este lugar que con tanta magia y trabajo son capaces de mostrarnos.

De tod@s es sabido que soy seguidora del grupo desde sus comienzos, y un pensamiento recurrente pasa por mi mente cada vez que pienso en ellos, ¿Qué pasaría si DVICIO hubiese nacido en otro país?

Las letras de Andrés y Martin Ceballos no cuentan historias, cuentan vidas, fácilmente podrían ser encuadernadas y expuestas en cualquier museo, la sensibilidad desde donde nacen puede ser el refugio de cualquiera de nuestr@s grandes poetas.

«Todo pasa por algo» y en su música esa ecuación es perfecta junto con Luis, Alberto y Nacho, quizás no todo tiene un porqué (o al menos no lo conocemos) pero si cobra sentido cada vez que los escuchamos juntos, todo un deleite para cada uno de nuestros cinco sentidos.

Me encantaría poder describiros lo que se transmite en un concierto de DVICIO en vivo pero creo que es prácticamente imposible, vocalmente Andrés está perfecto y os juro que esto no vuelve a ser amor, es una realidad vocal que habría que estudiar y que algún día me encantará preguntarle como se cuida y que hace al respecto para conservar ese manantial en su garganta (imposible olvidarse también de unos coros espectaculares por parte de toda la banda, en especial de Martin, el cual disfruta de sus momentos como cantante). Los músicos por su parte, suenan a generosidad total y absoluta, con un sonido espectacular y dando su espacio y protagonismo a cada uno de ellos como bien merecen. No hay lucha, solo ganas de crecer como lo que son, una familia.

Para mi este nuevo disco ha sido una cara de sorpresa constante, han jugado con muchos elementos desconocidos hasta ahora en su sonido y nos regalan canciones completamente distintas tanto en lo musical como en su estructura. La capacidad de sorprender y la madurez musical adquirida por cada uno de ellos hace que de alguna manera y como seguidora desde los comienzos sienta orgullo. Una vez que llegas al éxito puedes ofrecer lo que ya tienes y seguir ganando lo mismo o puedes estudiar más, practicar más, crear más y tener un resultado de infarto como el que han tenido con este laberinto.

Quedarme con una canción de este nuevo disco es prácticamente imposible, es un disco que tiene la combinación perfecta, la dualidad complementaria y un sinfín de interpretaciones de lo que se escucha y de lo que no, porque los silencios y respiraciones también cuentan, y esta obra de arte tiene mucho de esto.

Pero hay una canción que considero que debería ser un himno para la salud mental y esa es: MI MENTE. A mi parecer este es el mayor desnudo integral que la banda ha hecho en toda su carrera y con la que la gente va a poder sentirse completamente identificada ante situaciones que creemos tener bajo control, pero no.

Cuando os digo que no os podéis perder este disco no es un tópico, es el mejor consejo que os puedo dar, ya sabéis que no soy de recomendar muchas cosas, pero DVICIO y su laberinto de valentía me ha atravesado el corazón para finalmente mostrarme la salida.

Gracias chicos.