Cuando casi se cumplen treinta años del estreno de la película norteamericana “Ghost, más allá del amor”, se reinventa en forma de musical y llega al Teatro EDP de Gran Vía (Madrid) el próximo martes 1 de octubre. La obra cuenta con la dirección de Federico Bellone y lo protagonizan Cristina Llorente (en el papel de Molly), Roger Berruezo (Sam), Christian Sánchez (Carl) y Ela Ruiz (Oda Mae).
El jueves acudimos al ensayo general de la obra, donde se respiraba un ambiente familiar y profesional mezclándose expertos de la comunicación con amigos y conocidos del equipo técnico y artístico. Un pase exclusivo que ayuda a asentar un musical importado de Broadway y fomentar ese «boca oído» tan necesario en el mundo de las artes escénicas.
Más allá de la fidelidad casi exacta al argumento de la película original y de las adaptaciones musicales del inglés al castellano (trabajo arduo donde los haya) con un satisfactorio resultado, llama la atención los efectos especiales y trucos de magia empleados durante el transcurso de la función: desdoblamientos de personajes, objetos levitando, etc. Todo ello dentro de un espacio escénico no demasiado grande pero utilizado con mucha imaginación y muy buen gusto. Los juegos de luz, el movimiento de varios módulos de ladrillo blanco con grandes ventanales y un vagón de tren que se esconde bajo el suelo del escenario, son los tres elementos principales de una escenografía muy bien aprovechada. Quizás haya que pulir en alguna canción los niveles de sonido, pues se impone puntualmente la base instrumental sobre la voz de los artistas.
En relación a la dirección y al equipo artístico solo caben felicitaciones. Quizá en las escenas más íntimas y sentimentales (las de Molly y Sam o las de ella superando la muerte de su amado), podría funcionar un tempo más pausado, introduciendo aún más al espectador en el romance de los protagonistas. También el aumento de la presencia escénica que cobra Sam desde que lo asesinan, hace que el espectador se distancie del drama que vive Molly a partir del suceso y parece que ésta pasa página demasiado rápido. Aún así, el histriónico toque de humor que adopta el musical cuando Sam llega a “la sala de espera” del Cielo seguramente sea agradable para el target familiar formado por padres fan de “Ghost” con hijos pre-adolescentes.
Si nos centramos en el reparto protagonista, tenemos que dar la enhorabuena especialmente a la parte femenina. La actriz Ela Ruiz defiende con creces a una Oda Mae que nos recuerda mucho a la interpretación de Whoopi Goldberg en la película original, un papel que la llevó a ganar el Oscar a mejor actriz de reparto. Ela reinventa la Oda de Whoopi dándole su toque personal cubano y enamorando al público desde el primer momento. Por otro lado, Cristina Llorente encarna a una Molly muy creíble y vocalmente impoluta. Su delicado y potente timbre de voz y su carisma sobre las tablas, hicieron brillar las almas de los allí asistentes.
El director del musical, Federico Bellone, nos confesaba a los medios de comunicación en una presentación matinal que el objetivo principal de este musical es conseguir que los espectadores salgan con la necesidad de no callarse aquellos pensamientos, tanto negativos como positivos, que quieren exteriorizar y que, por miedo o inseguridad, a veces, no se transforman en palabras. Desde LaCajaDMúsica nos atrevemos a decir, porque lo pensamos y lo exteriorizamos, que el musical de “Ghost” consigue su objetivo y el espectador sale del Teatro EDP con muchas más ganas de vivir y, sobre todo, de sentir.
– Por Edu Navas y Josune Ordóñez –
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