Hace unos días Pastora Soler visitó Girona para poner un punto y aparte a su Gira La Calma. Un último concierto en un escenario especial. Un concierto que tenía que celebrarse mucho antes pero que por cosas de la vida se aplazó convirtiéndolo así con el último de la gira de invierno.
Pastora salió al escenario dispuesta a darlo todo con el alma desnuda y con un mensaje de agradecimiento y emoción por pisar por primera vez aquel escenario del Auditori de Girona. Su primera vez y también la mía. Así que todo auguraba una gran tarde de emoción, música, magia y almas desnudas.
Sin duda su show es un equilibrio de energías. Un gran juego de luces, combinado con una puesta en escena que se adapta a cada momento. Complicidad, equipo y respeto entre los que regalan música encima del escenario, (porque quizás es una tontería pero me pareció maravilloso el saludo inicial de la banda al público recogiendo así un aplauso previo más que merecido)… Y música, mucha MÚSICA.
La emoción estuvo presente en muchos momentos del concierto levantando al público de sus asientos en más de una ocasión, algo que desde fuera siempre eriza la piel… y como ya os conté alguna vez es mágico ver como la música es capaz de movernos a todos a una. Sin diferencias.
Sin duda Pastora es una de las grandes voces de nuestro país y lo volvió a demostrar en todos los estados que se viven una vez estas dentro de uno de sus conciertos. De la tormenta a la calma… Es capaz de atraparte con su torrente de voz, o de la forma más íntima y pequeña apenas sin luz en el escenario o acompañada de una guitarra y un cajón como si de un tablao se tratara.
He tardado demasiado en verte en directo pero… Qué bonito fue verte por primera vez encima de un escenario. Qué maravilloso es verte sonreír y disfrutar haciendo lo que más te gusta. Qué especial es tu fuerza. Qué innata es tu magia. Qué necesaria es tu garra. Qué bonito que hayas vuelto Pastora. Bendita sea tu Calma.
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Marta Juanola
