«La pr1mera pregunta», un buen comienzo para desvirgar la inocencia de TVE

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Josune Ordóñez
Josune Ordóñez
Documentalista. Máster en postproducción fotográfica y fotoperiodismo. Apasionada de la fotografía y siempre dispuesta a aprender y seguir formándome. En mis ratos libres cinéfila y seriéfila.

Podemos intuir que la temporada de Televisión Española viene marcada por formatos políticamente incorrectos, por protagonistas más jóvenes, mayor libertad de opinión y sobre todo, riesgo. Series como «HIT», su tertulia «¿Quién educa a quién?», «La hora de La 1» o el programa sobre el que opino en este texto («La pr1mera pregunta»), son ejemplos de la arriesgada apuesta que ofrece, desde principios de este extraño septiembre, la televisión pública.

Quizá ese mensaje que muchos espectadores reiterábamos desde hace tiempo ha calado en “los de arriba” de TVE. Me refiero a esa necesidad de realizar formatos innovadores o, como mínimo, más atrevidos y controvertidos. «La pr1mera pregunta» parece, por su estreno, contar con esos ingredientes que tanto se echaban de menos en la pública: debates sosegados pero con buen ritmo, humor bien integrado sin caer en lo blanco, lo casposo o el chiste fácil y la capacidad de sorprender a la audiencia.

Lo que también sorprendió al público anoche (para mal) fue la “entrevista” a Plácido Domingo. Una charla descaradamente pactada y guionizada entre el presentador del programa, Lluis Guilera, y el cantante, donde este último apenas miró a cámara para no pedir disculpas: “nunca abusé de nadie, me equivoqué al guardar silencio”. Lo más llamativo (para bien) ocurrió minutos más tarde, cuando los colaboradores de la tertulia divertida (Carlos Latre y compañía) no guardaron silencio en relación a la incomoda vídeo llamada con Domingo, realizando comentarios jocosos y de incredulidad en la misma línea de los compartidos por los tuiteros en la red social del pájaro azul.

En este primer programa pudimos ver a un Lluís Guilera que se divertía de verdad con sus colaboradores y a una “camaleónica” Mónica Naranjo aplaudida por el silencio del Estudio 5 de San Cugat. También hemos podido descubrir o redescubrir a comunicadores (Marc Giró o María Gómez) y artistas (Antílopez) que suenan a aires nuevos en la televisión pública. Una tele que, por su nuevo tono y aura, es posible que intente llamar la atención a un público más joven, ¿o es que ya nos hacemos mayores los más jóvenes de la casa? (véase el relevo de Concha Velasco a Alaska en «Cine de Barrio»).

Lo que está claro es que la televisión de verdad es la que triunfa y, a pesar de ese 5,3% de share que ha obtenido en su primera entrega «La pr1mera pregunta», lo más importante es que sea fiel a sí misma e insista en la conquista de ese “nuevo” público. Un público acostumbrado a espacios televisivos con menos hibridación en su contenido, a tonos de voz impostados o música de tensión con aires sensacionalistas, características de las que, muy inteligentemente, se rieron ayer Lluís y su equipo en este nuevo programa de La 1.

Observando la nueva parrilla de la cadena pública, parece que vuelve a ser una televisión donde a más de uno nos gustaría trabajar. Ahora sí, esperemos que sean fieles a su eslogan de temporada, “lo hacemos por ti” y obvien un poco más a esas audiencias cada vez más líquidas e inmedibles, apostando por historias como las que están empezando a contar. Suerte en esta nueva temporada, TVE.

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