Ayer fue el turno de Barcelona. Ayer el Oxígeno Tour de Malú por fin llegó a su amada Barcelona. Un amor mutuo que Malú recuerda emocionada cada vez que se sube a un escenario de esta tierra que tanto le ha regalado. A día de hoy todos sabemos que «la jefa» ha vuelto y hoy después de haber podido vivir el concierto de ayer puedo aseguraros que ha vuelto con un espectáculo cosido al detalle. Un show a lo grande como a ella le gusta.
Ayer Malú le tenía ganas a Barcelona y Barcelona ansiaba volver a ver a su “jefa” y así fue como se creó una burbuja alrededor. Un lugar mágico en el que poder respirar sin miedo a quedarnos sin oxígeno.
Malú lleva meses avisando de que este proyecto es uno de los más importantes de su vida. Uno de los discos más íntimos. Un exorcismo como ella misma lo ha definido en muchas ocasiones… así que el show solo podía ser como es. Algo que no defrauda. Con un escenario impresionante. Luces. Juegos con el video. Y dos plataformas que aparecen y desaparecen. Algo que llevaba queriendo hacer desde hace mucho tiempo y que ahora parece ser que ha llegado el momento. Su libertad. Sus ganas de “hacer lo que le da la gana”.
Son ya muchos los shows que hemos podido vivir con ella pero una vez más nos demuestra que no está todo hecho y que aún le quedan muchas cosas por inventar. Posiblemente y tal y como he dicho muchas veces Malú tiene uno de los mejores directos del panorama. Energía en estado puro. Fuerza. Luz. Dinamismo… pero sobretodo es capaz de crear momentos de intimidad y poner en pie un recinto tan enorme como El Palau Sant Jordi demostrando que por mucha estructura, despliegue y demás atrezzo su voz y su energía es su magia. Algo con lo que se nace.
Sin duda Malú no es solo ella, sino que Malú es una mezcla de muchas piezas. Piezas transformadas en técnicos, voluntarios, staff… en esos músicos que llevan ya tanto tiempo a su lado y que son parte de su familia, vuelven a demostrarnos lo importante de disfrutar de aquello que haces. Y sobretodo, una vez más su público, ese público incondicional que corea todas sus canciones, es una de las piezas claves de todo este puzzle.
La emoción estuvo presente en muchos momentos, pero sobretodo en la despedida. Una despedida donde Malú volvió a pedir disculpas por el cambio de fecha. Una despedida en la que como os contaba al inicio le recordó a su querida Barcelona lo importante que es para ella. Una despedida que convirtió en un deseo al pedir volverse a ver pronto.
Hoy el Oxígeno Tour estará en Zaragoza y ya no hay quien pare a la jefa. Ha vuelto. Ha vuelto más libre. Ha vuelto más ella que nunca.
Marta Juanola
