Antes de escribir este artículo busco en el reproductor su nombre. Miriam Rodríguez. Cicatrices. Le doy a “Conmigo, Suficiente” y empiezo a escribir. Cuando vosotros le deis a nuestra conversación lo entenderéis.
Esta semana por fin he podido sentarme frente a Miriam para conversar con ella de todo lo que ha vivido, está viviendo y le queda por vivir. No os voy a negar que esta era una conversación esperada para mi. Miriam siempre me ha parecido alguien inteligente e interesante. Alguien con quien mantener una conversación de esas sin pausas, sin tiempos, sin guiones… y ahora sé que no me equivocaba.
La música forma parte de su vida a todas horas, ya sea sonando con un vinilo en casa, en forma de composición, en un escenario… Ella reconoce que no concibe su vida sin música y quizás esto pasa porque ELLA es MÚSICA.
Si le pregunto por su sonido lo tiene claro. Ella suena a Miriam Rodríguez… y Miriam Rodríguez suena a fragilidad, verdad, sinceridad, decisión, fuerza… CICATRICES.
Afirma que con su disco lo único que quería trasladar era VERDAD. Contar cosas en forma de canción que a veces no sabe como explicar. Reconoce que le daba respeto exponerse del modo en el que lo ha hecho pero por otro lado sabe que no existía otra forma de crear este disco. Un disco del que se siente orgullosa y feliz y que ha sido escrito en aviones, aves, hoteles… lo que vendría a ser una persona pegada a su libreta en una rutina a veces demasiado rápida… aunque me atreveré a deciros que yo creo que esto es el secreto de la VERDAD de “CICATRICES”. Porque en un mundo de filtros y apariencias es de agradecer que alguien decida mostrar y regalar sin pudor sus cicatrices. Sin maquillaje. Al natural. Porque esto es lo que somos. Lo que nos hace únicos. Lo que escribe nuestra propia historia. Nuestra propia canción.
Con todo el proceso ha tenido la suerte de trabajar con gente a la que admira y que ahora forman parte de su familia como Pablo López, Vega, Andrés Suárez… y ha aprendido a conocerse mucho más y sobretodo a relativizar. “Todo en esta vida tiene solución.”
Aunque su vida ha dado un giro radical ella sigue siendo la misma. Su entorno sigue siendo el mismo y su gente también, algo que le da una estabilidad emocional necesaria para no perder el norte y seguir trabajando para vivir de lo que más le gusta. La MÚSICA.
Se define como una artista de directo. El directo le da la vida y ella se deja el alma. Un directo que la lleva a vivir diferentes estados. Me cuenta con su sonrisa y sus ojos abiertos que cada concierto es distinto porque su público los hace distintos. Un público que no deja de emocionarla cada vez que canta junto a ella sus canciones. Un público que la ha llevado allí donde está. Su base.
No quiere olvidarse de ser feliz… algo que entre risas me asegura que muchas veces se lo pregunta sin respuesta y yo recuerdo que las preguntas que parecen más sencillas a veces son las más complicadas.
Con tu permiso querida Miriam me guardo en mi caja de música particular una de las frases de nuestra conversación porque me parece sencillamente otra verdad más… “Me encantan los días de invierno que parecen días de verano”.
Gracias por enseñarnos que la fragilidad no es incompatible con la fuerza y que la fuerza muchas veces acompaña a la fragilidad.
Marta Juanola
