La vida duele. La vida duele mucho, el silencio busca muchas veces los rincones silbando una melodía que le cuesta recordar, por que ya no era lo mismo. La vida tiene «vértigo» de mirar hacia delante por sentirse injusta y presa, por no pintar de colores de aquella realidad que nos hacía sentir orgullosos.
Hoy el Winzink Center, gracias a Pablo Alborán volvió con su seguridad de costumbre pero a cantar como nunca. Madrid, «su Madrid» le tenía ganas a sus silencios, a sus canciones que corretearan libres, a su voz en plena forma, pero Madrid ayer quería cantar, ayer necesitaba sentir el «vértigo» que sólo Pablo Alborán puede hacer sentir seas de la ciudad o tengas «tu alma en saturno».
Pablo Alborán avanza, innova, crea, cambia, modifica, busca el siguiendo, pero cuando le escuchas siempre es él, ese músico capaz de susurrarte en armonía y saber que en menos de un acorde puedes reconocer «no vaya a ser». Alborán es puro show, es pura magia, es música y nunca te deja con un sabor a medias, siempre quieres más, como te produce ese sabor de «quiero más» cuando finaliza el último tema de «vértigo».
Pablo Alborán es libertad y compromiso, es generosidad y valentía, siente lo que dice y dice lo que piensa, es luz, es el «vértigo» de la verdad, es el «corazón descalzo» que entre «malabares» entre canciones siempre te mira a los ojos, Alborán te presenta un show donde las canciones de siempre siempre te gritan ser necesarias y suenan a futuro y las canciones de hoy son el bálsamo de mañana.
Pablo le cantó a todas las estrellas que hoy lucen en el cielo, para los que estaban sin estar, para esa caricia silenciosa que aún nos pone los bellos de punta, para todos los que soñaron ser libres, para los que se fueron sin un adiós y su despedida, para todos los que amaban y aman la vida desde el primer silencio hasta la última nota del pentagrama.
Por último destacar la gran familia, el equipo del genial artista malagueño que regalaron un show seguro, pleno y vibrante. Pablo, gracias, gracias por dejarnos cantar, por llenarnos el alma de música y limpiar de silencios nuestras ausencias con tu voz en plena forma. Madrid, es el punto seguido de una gira que nos devolverá el «vértigo» de volver a vivir.
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