Pablo Alborán y el «Vértigo» de vivir

Querido Pablo. Bienvenido al «vértigo», bienvenido al vértigo de la vida, bienvenido al miedo, al riesgo, a lo distinto, a lo diferente. Tu música desde siempre ha sido ese momento distinto que nos regalabas a escondidas en un «terral» que abrazó nuestra alma para siempre.

Que bonito, cuando un artista cómo tú se siente vivo, le late en su silencio música, y corren por sus venas notas musicales que acarician y besan las cicatrices del alma y del recuerdo. Que bonito es cuando alguien encuentra su refugio en un contador de cero, la excusa perfecta para cantarle al mundo que te sientes libre y feliz y que la música te hace brillar en el sonido de tu silencio.

Quiero amigo navegar por las olas de tu «vértigo», ponerle mi color a tus canciones en blanco y negro, baile imposible de las olas del mar y la calma, la caricia de una nube a la lluvia que se despide, esa hierba que crece bajo tus pies convirtiéndose en el camino de baldosas amarillas.

Tu «vértigo» es sincero, tu sinceridad es alma, tu alma es música y tu música es luz. Busco en tu «Vértigo» la libertad de un piano que no siente miedo, el nervio feliz de descubrir el primer segundo de una canción que cambió mil veces, ese placer del papel que se desdobla y cada palabra reproduce en tu mente la voz de quien echas de menos y no supiste despedirte, el tacto de la piel entre las manos que se buscan, la herida que se cura entre los labios con un beso y la razón que sólo y exclusivamente justifica el alma.

Ya no hay miedo, ya no hay silencio sólo existe la música, esa que siempre fue SEGURA y que de nuevo nos hará libres. Amigo Pablo, bienvenido de nuevo, bienvenido tu «vértigo» que desde ya será mío, nuestro de todos. Que resuene la vida, que se apague el silencio, que el mar hable bailando siempre con el viento. Te espero, te esperamos siempre y para siempre.

El genial artista malagueño anuncia «Vértigo» esa nueva manera de empezar a vivir. Ha empezado la cuenta atrás. ¿Te lo vas a perder?.

Fotos : Nia Rosas