Ayer Girona se contagió de la magia de Luis Cepeda y su música. Sus canciones. Sus letras. Su verdad. Ayer Girona se emocionó con Luis, su banda y su tropiña. Ayer pudimos ver y sentir de nuevo la conexión que hay encima del escenario de esta gira. Es sencillamente un grupo de amigos jugando, pasándolo bien, disfrutando de algo tan delicado como la música.
Querido amigo, me gusta cuando la música duele, me gusta cuando las letras arañan el alma de los recuerdos y nos devuelven a aquel rincón ya solitario donde fueron compuestas. Amigo, me gusta que tu música prenda corazones y latidos desbocados entre notas musicales de todos aquellos que simplemente desean soñar.
Me encanta que tu música sea un abrazo que sanó los trozos del ayer que huyeron volando por la ventana. Me encanta que sonrías mientras la tristeza y el orgullo se refleja en los ojos silenciosos de la música, esa que te ha dado la responsabilidad inequívoca de hacer la banda sonora de nuestra vida.
Amigo Luis, me encanta que Girona fuera un poquito más tuya y que jugaras subido a un piano a recordar de dónde vienes, qué fuiste y qué serás, porque siempre y para siempre creeremos en una voz desgarrada que le canta a la vida de sus recuerdos. Sigue cantándole a la vida, a la que está y a la que verá la luz, sigue cantándole a la música mirándola a los ojos navegando en barquito de blancas y negras.
Desde el principio te lo advertimos, por ti y por tu música estaremos aquí porque esto es lo que realmente nos interesa. Nos vemos en el siguiente.
Que bonito, no quedan muchos medios así! Gracias!
Muchísimas gracias como siempre, por lo bien que tratáis a Cepeda. Es un placer leeros porque siempre vamos a encontrar buen gusto, conocimiento de lo que se trata y un respeto enorme por la persona a la que dedicáis el artículo. Nuca dejéis de hacerlo tan bien