V edición del Festival Cine por Mujeres

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Marta Juanola
Marta Juanola
CEO, redactora y fotógrafa. Entre Barcelona y Madrid hablo y escucho con lacajadmusica, escribo historias y congelo recuerdos con mi cámara.

Este año he podido asistir a la V edición del Festival Cine por Mujeres que se celebra en Madrid. En esta ocasión he disfrutado de dos películas (no he podido asistir a más por falta de tiempo) las cuales no tenían nada que ver entre ellas.

La primera película que pude ver fue la aclamada “Cinco Lobitos”, ópera prima de la directora Alauda Ruiz de Azúa. Película que llevaba tiempo queriendo ver pero aún no había tenido la ocasión.

En “Cinco Lobitos”, Alauda consigue que el espectador vaya entrando en la trama sin apenas darse cuenta. La historia nos habla de la maternidad desde la visión y los cambios generacionales que podemos sentir todas respecto a nuestras madres. Es una historia en la que todo el mundo puede verse reflejado, tanto si eres madre como si no, porque al fin y al cabo todas somos hijas.

Es una película además que creo también nos habla de la figura del cuidador. Una figura que recae en las madres. Las eternas cuidadoras en muchos casos. Además, se atreve a contar cosas de esa madre aparentemente perfecta que quizás hacen tambalear a su hija, viendo que al fin i al cabo su madre, sus padres, son tan humanos como ella misma, algo que creo que a veces se nos olvida.

Como decía antes, la película habla de la maternidad en gran parte, y de lo que supone convertirse en madre y en padre. Las renuncias que muchas veces acabas haciendo. La cotidianidad de cuidar de un bebe. El miedo. Las dudas. El no saber. El aprender. Porque evidentemente todo es un camino por descubrir, no nacemos sabiendo ser madres pero tampoco hijas, por este motivo, creo que el personaje que interpreta Laia Costa, también nos muestra esa parte de aprender a ser hija.

Sin duda creo que el éxito de la película se debe a su transparencia. A su cotidianidad. No tiene efectos especiales ni grandes lujos porque no los necesita. Es una historia que te arranca carcajadas en momentos absurdos pero también en momentos dramáticos para acabar sacudiéndote en un llanto como el que escuche en esa sala de cine antes de que la sala se uniese en un unánime aplauso.

La otra película que vi en esta edición del festival, se trata de un film internacional, otra de las ventajas de este festival. No solo se puede ver cine hecho en casa sino que tienes la oportunidad de ver ese cine que se hace fuera de aquí.

La película que vi fue “Nezouh” de la directora Soudade Kaadan, una directora siria nacida en Francia. La historia se sitúa en Damasco, Siria, durante el conflicto sirio. En la presentación previa a la proyección, se dijo una frase que se me quedó grabada y fue que la directora siempre decía que esta película era “la primera película de guerra sin muertos”, y si, la verdad es que a veces no hace falta hablar de muertos para hablar y contar la guerra.

La historia gira entorno a la familia y la casa de Zeina, una niña de 13 años que un día ve como su techo se derrumba a causa de un misil. La película pregunta el gran dilema de si irse o quedarse. El padre lo tiene claro, él no quiere abandonar su casa, su tierra y convertirse automáticamente en un refugiado. No quiere perder todo lo que lleva años construyendo. La madre por el contrario también lo tiene claro pero al contrario, ella quiere irse. Allí ya no hay nada y el miedo a que les pueda pasar algo no la deja vivir.

Es una película curiosa y la visión de la historia en muchas ocasiones es de Zeina y un amigo que conoce una noche. Hay algo que me pareció muy bonito de la película que fue el constante juego que hay con la imagen y el sonido y además el hecho de que en algún momento, ya de noche, cuando las estrellas aparecen y se cuelan por ese socavón que ha producido el misil, Zeina puede ver las estrellas. Me atrevería a decir que en algunos momentos se llega a respirar un poco de libertad. Algo impensable en la situación en la que se encuentran.

Duele ver la destrucción en las imágenes, ver como la gente se ve obligada a abandonar sus hogares. Duele escuchar el silencio de un lugar que un día estuvo lleno de vida. Como decía antes, hay muchas formas de hablar y mostrar la guerra, los muertos evidentemente forman parte de las guerras, de una manera triste pero las imágenes que en esta película y en otras muchas historias hemos visto y seguimos viendo duelen.

No voy a desvelar el final, pero si me pareció valiente el hecho de la libertad y decisión que tiene el personaje de la madre. Las mujeres en definitiva son las que tiran del carro en toda la película, las que toman las decisiones, las que se atreven, las que hacen… las que no se quedan a esperar y obedecer, algo que por desgracia en esos países no es para nada así.

Espero que la película encuentre distribuidora en nuestro país ya que nos contaron también al inicio que actualmente no tienen distribuidora y creo que como muchas otras, es una historia necesaria de ver. Por cierto «Nezouh» significa «éxodo».

¡Larga vida al festival y sobre todo al cine por mujeres!

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