Anoche Rosalia culmino su gira en el Wizink Center de Madrid ante más de 15.000 personas emocionad@s por el maravilloso show que se podía prever. 21:15. El primer acorde ya marca la fuerza que todo el equipo quiere desprender en el escenario.
Rosalia no esta sola, esta catalana de tan solo veintiséis años sabe lo que hace desde el principio de su carrera. Rodearse de los mejores es un don, saber escoger y dar el protagonismo que merecen tanto cantaores, como músicos y bailarines es digno de personas que lejos de detonar algún tipo de envidia o protagonismo innecesario crecen aprendiendo de los mejores y se convierten en leyendas vivas.
El publico estalla en gritos y piropos para ella. La gente quiere verla, lleva meses esperando esta cita y saben que no defraudara(n). Los minutos pasan y después de un increíble recibimiento comienza el espectáculo. Rosalía intercala temas pasados y actuales haciendo de su música un show completo con visuales muy definidos y un estilo que no deja indiferente a nadie.
Una estética muy concreta, dientes de oro, uñas largas y coloridas, pero nada en absoluto que pueda esconder la esencia de la cantante. Uno de los momentos en los que mas pudimos emocionarnos fue con su voz al cantar “Catalina” a capella dedicándosela a “El Guincho”, su compañero de batallas, que le acompañaba, una vez más, en el escenario completándola en este tándem perfecto.
Ver a Rosalia en directo me emociona por el simple hecho de que mi generación hace cosas grandes sin que nadie se las haya regalado. Siempre he calificado a “el mal querer” como una obra de arte más que un disco y ella lo creo de la nada, sin que nadie la conociese, sin apoyo de grandes discográficas, con su trabajo, esfuerzo, llamando a puertas en las que probablemente le hayan dicho mil veces que no, pero ella insistió, y sobretodo persistió, el Wizink lleno anoche es uno de sus regalos, una recompensa sin igual en una noche inolvidable.
No pudieron faltar éxitos tales como “Di mi nombre”, “Bagdad” o “A ningún hombre” con la emoción contenida de quien comienza a ser consciente de que lo que algún día fue su pequeño diario hoy miles de personas lo comparten y son tod@s aquell@s a los que pone voz.
Tampoco nos dejó quedarnos sentados con canciones como “Con Altura”, “A Pale” o “Yo por ti, tu por mi” apareciendo “Ozuna” por sorpresa en el escenario para compartir el dueto que desde hace meses les hace mantenerse en el número uno de la lista de éxitos del mundo.
Una Rosalía agradecida por el año que ha tenido se despide no sin antes contarnos que no sabe si volverá a vivir una noche así con sus próximos proyectos pero yo lo tengo claro, esto solo es el comienzo de lo que ya se ha convertido en historia, no aquella que contaban los textos en los que te inspiraste para escribir las letras de “el mal querer” estas paginas ya cuentan tu historia, esa que solo tu con tu esfuerzo has escrito y sellado para siempre.
Enhorabuena
