Hay formas y formas de comenzar un festival, pero lo que ocurrió este jueves en Sancti Petri fue, sin duda, una declaración de intenciones. Gente de Zona, el dúo cubano que ha puesto a bailar medio planeta, fue el encargado de inaugurar la VIII edición del Concert Music Festival en Chiclana, y lo hizo como solo ellos saben: con ritmo, entrega y una gozadera tan contagiosa que ni el levante gaditano pudo frenar.
La noche arrancó con una bienvenida institucional que dejó claro que este festival es mucho más que música: es cultura, economía, turismo y, sobre todo, identidad gaditana. El alcalde José María Román se mostró entusiasta: “Es una gozada estar un año más aquí”, mientras que la subdelegada del Gobierno, Blanca Flores, habló de la música como “refugio y vida”. Desde la Junta, Tania Barcelona definió el festival como “la señal más esperada del verano”, y el vicepresidente de la Diputación, Juancho Ortiz, remató: “Concert ya es parte de la marca Cádiz”.

Un inicio con sello cubano y alma gaditana
Hay noches que no se cuentan, se bailan. Y la de este fin de semana en el Concert Music Festival fue una de ellas. Porque sí, la música urbana latina tiene muchos nombres, pero pocos capaces de encender una ciudad como lo hacen Gente de Zona. Y en este arranque de festival, lo dejaron clarísimo: los clásicos no envejecen, evolucionan.
Con el cielo estrellado y la brisa marina como testigos y un recinto vibrando desde las primeras filas hasta el último rincón, el dúo cubano apareció en el escenario con la energía de quien no viene a saludar, sino a conquistar. “La Gozadera”, “Bailando”, “Muchacha” o «Hablame de Miami«no fueron solo canciones: fueron himnos que pusieron al público en pie, demostrando que el reguetón cubano no entiende de edades, ni de asientos. Solo de ritmo, pasión y buena vibra.
Pero más allá de su carisma y su potencia vocal, Gente de Zona construyó un directo lleno de conexión con el público. Entre anécdotas, agradecimientos y guiños a sus raíces, dejaron claro que lo suyo no es solo dar un show: es generar comunidad, hacer que cada espectador se sienta parte del viaje.

«Amo Chiclana de la frontera»
“Amo Chiclana de la Frontera”, gritaban desde el escenario con la sonrisa bien plantada y los pies firmes en el sur. Y no era una frase hecha: lo decían con el corazón en la boca y el público rendido a sus pies. Las miles de personas que llenaban el recinto respondieron como se responde en Cádiz: con palmas, con jaleo y con esa alegría que solo se vive en las noches de verano frente al mar.
Broche de oro a una inauguración histórica
Uno de los momentos más especiales llegó cuando Lorena Gómez, voz española con fuerza y alma, subió al escenario para compartir con ellos «Iguales y diferentes». Fue un guiño precioso, un puente musical entre culturas que se sintió íntimo, honesto, cercano. De esos duetos que no se olvidan porque más que un espectáculo, fue un abrazo sonoro.
Y por si algo le faltaba a la noche para volverse inolvidable, llegó el turno de su versión de “La Macarena”. Sí, la de toda la vida. Pero envuelta en ritmo cubano y sabor a feria gaditana. Aquello se convirtió en una fiesta colectiva donde el “¡qué calor!” no era solo un estribillo, sino una declaración de cómo ardía el ambiente.
La recta final fue puro fuego: temas como “Traidora”, “Patria y Vida” y otros hits hicieron temblar el escenario, cerrando el concierto con una bandera cubana al viento y un mar de luces que no quería despedirse. Fue una de esas noches donde la música no solo suena: se vive.