Uno de los conciertos más esperados del año llegaba con gran expectación desde la noche anterior. Ya había gente haciendo cola en las inmediaciones del recinto para poder entrar y estar en primera fila viendo a Manuel Turizo.
Yo iba un poco apurado, la verdad. Salía de la presentación de un disco, menos mal que era en el mismo sitio, pero el concierto no empezó puntual. Una vez dentro, vi en los marcadores una cuenta atrás que indicaba que quedaban 10 minutos. Respiré y pensé: “Bueno, tengo tiempo para encontrar mi sitio y no tener que ir corriendo”.
El Movistar Arena se fundió a negro y comenzó el que ha sido, para mí, uno de los mejores conciertos que he visto en los últimos meses, y probablemente años, en Madrid. Un despliegue de hits, con grandes temas nuevos y también los clásicos de siempre, que pusieron a bailar a todos los presentes.
Comenzó su show con “Mala costumbre”, canción que tiene junto a Wisin & Yandel. Puso en pie a todo el Movistar Arena, y de qué manera. Siguió con “Los cachos” y “Te quemaste”. Viajamos unos años atrás con “Desconocidos”, otro de los temas más conocidos del cantante. El baile continuó con “La nota” y “Déjala que vuelva”. Vaya manera de cantar la gente, lo estaban dando todo. Llegaron dos de los temas que más hicieron bailar al público: “Vaina loca” y “Copa vacía”. Qué directo más increíble y qué forma de llevar el concierto al siguiente nivel.
Uno de los momentos más emocionantes de la noche llegó cuando se subió al escenario Lucas Paulano. Este chico de nueve años formó parte de La Voz Kids en el equipo de Manuel Turizo y se unió a él para cantar “Culpable”. Lo hizo increíble.
Agradecido enormemente a su público por todo el apoyo recibido durante este tiempo, Manuel quiso dedicar unas palabras especialmente a todas aquellas personas que no están en sus países de origen y que han hecho de Madrid su hogar. Se podían ver banderas de todos los países de Latinoamérica, y era realmente bonito contemplar a toda esa gente ondeándolas con orgullo.
En cuanto a la escenografía, a mí personalmente me encantó. Estamos acostumbrados a que este tipo de artistas traigan escenarios más pequeños o sin apenas puesta en escena, pero lo que vi fue una escenografía cuidada al detalle, que simulaba una casa como las de donde es Manuel Turizo. Me emocionó ver cómo cuida cada aspecto de su espectáculo.
Del nuevo disco sonaron temas como “Sígueme besando así”, “De lunes a lunes”, “Qué pecao” y “Enhorabuena”. Por momentos sentía que estaba en la playa, porque las canciones de Manuel Turizo evocan el verano, el calor, y ahora mismo en Madrid esas temperaturas ya no las vemos. Pero lo bonito de la música es que no solo nos transmite emociones, sino que puede trasladarnos a lugares con tan solo escucharla. Es muy emocionante.
Miraba a mi alrededor y todo el mundo estaba de pie, bailando. El concierto fue una auténtica fiesta. Tal y como está el mundo, poder ir a conciertos y disfrutarlos me parece todo un regalo.
Entre el público, muchas personas llevaban pancartas con dedicatorias. Algunas pedían subir al escenario a bailar, otras agradecían lo mucho que su música significa en sus vidas. Me parece muy especial ver cómo cada persona siente y vive las canciones de manera diferente.
Viajamos de nuevo a 2017 con “Déjate llevar”, tema que el cantante interpreta junto a Juan Magán y Belinda. Cuántas veces la hemos escuchado en la radio, sobre todo en Los40 Principales. Todos se pusieron a bailar con “La bachata”; miraras donde miraras, todo el mundo se movía al ritmo. Continuó con “1000 cosas”, otro de esos temas que emocionan y además lo canta con Lola Índigo. Esta nueva versión de “Una vaina loca”, con sonido merengue, me gustó mucho, casi más que la original.
Creo que una de las cosas más bonitas que tiene esta ciudad es que vivimos gente de muchos sitios distintos, pero en concreto los latinoamericanos, en su mayoría colombianos, mexicanos y venezolanos, que vienen a Madrid buscando cumplir sus sueños. Para ellos tiene que ser muy emocionante poder ver en directo música que les recuerda a su infancia, a su vida, a sus familias, a sus orígenes.
Terminamos por todo lo alto con “El Merengue”. Vaya manera de cerrar una noche que quedará en la retina de todos los fans que pudimos disfrutar de una velada única en el Movistar Arena de Madrid.
Esta gira no solo posiciona a Manuel Turizo como uno de los artistas más importantes del panorama internacional, sino que también es el claro ejemplo de que con constancia y esfuerzo se pueden cumplir los sueños que uno quiere.
Lo escuchamos, lo bailamos y lo disfrutamos. Y de eso se trata la vida.




