Próximamente, Riott volverá a pisar las tablas con “Los demonios”, una adaptación de Dostoievski que se podrá ver en el teatro los días 7, 8 y 9 de noviembre. “Es un proyecto nuevo con un elenco de nueve actores. Es una obra que te hace pensar en ti misma. Habla de la sociedad, de traiciones, de muertes, de engaños… y todo trasladado a la época que estamos viviendo, con tanta guerra y falta de amor”, destacó la actriz.
El teatro, para ella, es un lugar donde todo cobra sentido: “Es algo grupal, una energía que se sostiene entre todos y que cambia cada noche con el público delante. El cine, en cambio, requiere una concentración más individual. Me gusta reabrir esta etapa, porque yo vengo del teatro, y la televisión me vino casi sin esperarlo”.
En los últimos años, Teresa ha dejado su huella con personajes que la han retado y transformado. En El Inmortal, recuerda, descubrió una nueva parte de sí misma: “Interpreté a una mujer sin miedo, muy dura, que viene de un mundo de hombres. Le toca ser la jefa. Me llevé mucha fuerza y confianza de ella. Los personajes nos hacen habitar lugares que no conocíamos y transitarlos hasta hacerlos nuestros. Entonces, crecemos inevitablemente”.
Una historia que todavía tiene camino por recorrer, porque ya se prepara la tercera temporada de El Inmortal, donde Riott seguirá explorando nuevos matices de su personaje.
También acaba de cerrar un capítulo importante en su carrera: Valeria, interpretando a Nerea. “Han sido cinco años muy bonitos. El personaje ha tenido el cierre que necesitaba, el camino que debía recorrer. Me quedo con un grupo de amigas increíbles, de las de verdad, de las que son para siempre. Ha sido triste despedirse, pero precioso haberlo vivido”, señala Riott.
Cuando le pido que defina toda su trayectoria en una sola palabra, no duda ni un segundo: “Autodescubrimiento”. Y es que, tal vez, esa sea la clave de todo. Porque Teresa Riott interpreta para conocerse, y se conoce para seguir interpretando.