La música le ha regalado a Virginia Elósegui un don. El don de un voz llena de una luz diferente, esa luz que pinta una sensibilidad que araña, que no te deja indiferente y que te baila en el sonido de tu siilencio.
La música le ha regalado y a nosotros la oportunidad de disfrutarla, de sentirla, de buscarla, de necesitarla, la música de Virginia Elósegui es indispensable, es esa música que el día después de un sueño vuelve a la realidad escondida en la sonrisa de un niño que está dispuesto de nuevo a ser feliz.
La Voz con acierto, ha puesto de nuevo el foto en una artista que ya era una realidad, una artista que utilizó el tiempo para la vida, y que ha utilizado su tiempo y su silencio para volver a la música y no soltarla jamás. De esto va esta conversación … de La Voz , pero sobre todo de música , esa que puede llegar a dolerte tanto como para volver a volver a disfrutarla todos de nuevo. Gracias Virginia, gracias a la música por tu regalo infinito.