Alejandro Sanz y Madrid : «Deja que te bese, deja que te abrace…» | Sanz en vivo 2023

Siempre en los años que llevo conversando, que son muchos, me imaginaba como esa primera vez en la que diera paso a un artista como Alejandro Sanz dentro de mi ya longeva «caja de música». Ayer el Wizink Center se encargó de esa introducción. «Sanz en vivo 2023» llegaba a la capital madrileña con ansias de disfrute, con el sabor de verano de un antiguo Wanda y con esas ganas de volverse a ver.

Alejandro tenía ganas de Madrid y Madrid tenía ganas de Alejandro. Ese pacto de empatía musical, ese momento en el que público le pide al que ha puesto al sonido de su silencio banda sonora que lo bese y que lo abrace. Ayer los estribillos no importaban, las canciones galopaban libres en el manantial del talento de nuestra memoria esa que incluso a veces llega a dolernos.

Cada concierto es la sensación única de un alma nueva que está a punto de estrenarse, un alma que no se quema ni se vende, un alma nacida en eso tan complicado como es el silencio de un talento que crea a través de su propio dolor y su sonrisa triste, esa cara alegre de la tristeza la suya, que ha convertido su música en el mejor de nuestros propios abrazos, en la cura del alma rota de la que sigue latiendo con fuerza un corazón partío.

La búsqueda de un paraíso eterno en una canción que siempre sonará a nuevo, ese momento único de reinvención que se produce en cada ciudad y en cada escenario, ese lugar infinito donde seguir «Viviendo de prisa» cogido de la mano de un verdadero rebelde, un amigo que ha decidido simplemente vivir, eso que a veces parece tan complicado.

Siempre he creído que en cada canción existe un ejercicio de raspado emocional que duele, de vacío que se produce al liberar todo aquello que oprime corazón y mente , poner sonido al silencio en un sencilla canción, buscar la ausencia mientras el corazón se parte hace que quizás la música, ella, pueda doler tanto para sentir que por un momento que debes separarte de ella.

Alejandro, en noches como esta vacía el talento, crea memoria en nuestro sonido colectivo, y quizás nosotros, el público, deberíamos entender que nuestra historia de la música a lomos de su voz rasgada por el tiempo debe estar la sensación meramente de disfrute que es cada show de Alejandro.

Alejandro Sanz expone y se expone, abre sus ventanales del corazón que también son los nuestros y en sus letras ha dejado libre ese vacío para quizás a través de su dolor sanar el nuestro y eso es lo que la historia lleva a conquistar nuestra propia memoria y recuerdo.

Madrid y su «viejo palacio» se convirtieron en ese renglón torcido de estrofas inacabadas, en esa búsqueda de la canción que está y sin embargo no encuentras, del recuerdo que se escapa y ya no imaginas en la pupila del presente, ese acorde menor que duele en el modo mayor, ese amor desmedido de palabras que faltan, ese «y ya te quería» que sigue doliendo como la primera vez que entró en el corazón de mi mente, en el alma de mi memoria.

Ayer la música, esa niña de grandes marrones, sonrió y agradeció el abrazo de un Wizink Center hasta la bandera. El alma de un agradecimiento que se tatuó en la retina, la sonrisa tímida e imperturbable de la inocencia que sabe compartir el corazón de aquel que la vio nacer con aquellos que simplemente la disfrutamos.

Esa química única que te explica como es «una llama por dentro, cuánto es el peso de su fuego», esa primera persona que no te juzga y te comprende que tiene ser ella , la única. Esa que se divierte con la travesura de un «Quisiera ser» a lomos de la libertad de Nathy Peluso, o el vértigo de «vivir» a lomos de un rockero impenitente como Dani Martín.

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#Sanzenvivo es mucho más allá que un concierto, es tú concierto y el suyo, es tu vida y tu memoria, girones emocionales convertidos en canciones, en historias de otras miradas, en abrazos partidos que nunca llegaron, es la entrada a la libertad de un paraíso donde solo puedes cantar y volar. Felicidades a todo el equipo encima y detrás del escenario por crear un show para sanar.

Alejandro y a ti gracias de nuevo trece años después por ser aquella primera persona, por permitirme subirme en tu tren de los momentos hasta el día de hoy, buscando la respuesta a tu silencio y encontrando la música que ha permitido dar forma a cada momento de mi vida.

Ante el ruido … silencio, y ante el silencio, la mejor de las músicas. Alejandro y Madrid «deja que te bese, deja que te abrace» …. hasta la eternidad.

ALEJANDRO SANZ - SANZ EN VIVO 2023 por Josune Ordóñez