Andrés Suárez: «Estoy en el lugar preciso, en el momento ideal»

Empecemos por el principio. Define enamorado/a: 

1.[persona] Que siente amor. 

2.[persona] Que siente entusiasmo o gran afición por algo.  

Pues sí, yo debo de estar enamorada de este hombre que me destroza la vida y me la arregla a partes iguales: Andrés Suárez.

Cantautor al cual sigo desde hace casi diez años y al que admiro cada día un poco más, capaz de sorprender a cualquiera, e incluso a las personas que llevamos tantos años disfrutando de él y de todo lo que nos regala, porque os aseguro, que desnudarse día a día en sus composiciones y en el escenario, para su público, es todo un regalo.   

Andrés es sencillo, tan sencillo como sentarse en una roca a mirar el mar y perder la noción del tiempo sabiendo que estás donde tienes que estar, eso es justo lo que me pasó en su concierto en Mutxamel hace un par de semanas, cuando quise darme cuenta ya era de madrugada, pero yo me había quedado a vivir, una vez más, en las historias del gallego… 

Un noveno disco se está cociendo en los Estudios Moraima ese lugar que tal y como me dice él no es un estudio, es una casa con micrófono, una prolongación del hogar que Andrés ha construido con sus animales, una familia bonita de personas que le mantienen en el mismo lugar que el que dejó cuando decidió venirse a buscar la vida en la capital. 

Y es que, aunque él no lo considere, ni lo busque e incluso ni lo quiera, es ejemplo. Ejemplo de tesón, constancia, de fidelidad a sí mismo, a sus canciones, a sus orígenes y a su gente. 

Para mi hay algo es esencial, y es que antes de ser cualquier cosa en esta vida, tienes que ser buena persona, y Andrés, lo es, no es fácil que tantos amig@s y compañer@s en común me hablen tan bien de una misma persona. Eso no se imposta, no se puede forzar, o al menos no siempre, y que bonito encontrarse con personas tan puras como él. 

Si estas leyendo esto y no sabes quién es este humilde cantautor, ve a escucharle, así en imperativo. Te aseguro que te voy a hacer un gran favor o una gran putada, pero no te va a dejar indiferente. Como cantante que soy, he escuchado a muchísimas personas a lo largo de mi vida, pero muy pocas que consigan darte una experiencia completa solamente con su voz.   

Andrés es capaz de llevarte al más puro infierno, otr@s se «parten la camisa», pero él se desquebraja el alma, si te paras a analizarlo y a escucharlo bien, incluso puedes oír a que suena estar roto. Pero también es capaz de hacerte el amor, de que te enamores como cuando tenías quince años, de que con tan solo una nota consigas poner en tu mente la fotografía de alguien concreto y entonces ya, ese concierto, no es solo de Andrés.

Allí puede haber quinientas personas de público una noche, pero estoy segura de que si contamos las personas en las que piensa el público durante las canciones, triplicaríamos el número de asistentes. 

Un coctel de emociones al que te enganchas y creo que tengo la certeza de que la única relación toxica que quiero tener en mi vida es con la música de este hombre que tanta falta (me) y nos hace.  

Lo importante esta vez no es leerme a mí, es escucharle a él.  

Gracias por tanto Andrés.