Mezcla en su música un lago de folklore con vivencias modernas, las alegrías con los quebrantos cotidianos pues desde niña comprende que las ideas y el arte no están aisladas de experiencias e influencias que la rodean.
Nacida en una ciudad variopinta (Maracaibo, Venezuela) llena de riqueza de ambientes diversos, con grandezas de metrópolis y tristezas de Macondo, la música la acompaña y la guía la curiosidad. El sonar del cuatro de su abuelo, su entorno rodeado de poesía y melodías, su ascendencia multicultural, su experiencia migratoria hacen que refleje en sus temáticas los contrastes de la sociedad y de las dimensiones de ser humano.
Pinta con su voz los colores de emociones que vive y se conecta a través de las notas con el mundo como aldea global. Se podría definir su obra como una lágrima y una sonrisa, todo a la vez, y todo lo que desea compartir con el que tenga oídos en el corazón.
Su nuevo sencillo, , está basado en una historia real. Una madre pierde a su bebé y su vida tras un bombardeo en el Hospital Materno-Infantil en Mariúpol, Ucrania. Cadera Rota
La imagen se le clava, se imaginó en la piel de esa mujer y en ese momento escribe . Con un sonido indie, colores de folklore venezolano y su voz Dulce Q, pinta la emoción a esta historia. En sus palabras rinde homenaje a Iryna y Miron, los protagonistas, para que las voces de las víctimas jamás sean calladas
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