El Teatro Real de Madrid está siendo testigo de los conciertos que forman parte de la agenda del Universal Music Festival 2023 y anoche fue el turno de Lola Índigo y su Dragón.
No es de extrañar que ella nos deje sin aliento cuando disfrutamos de su trabajo encima del escenario pero esta vez, fue diferente. Un show en el Teatro Real no lo puede hacer cualquiera y Mimi Doblas hace mucho que dejó de pasar desapercibida.
Como en cada fecha de su gira, el huevo de dragón se abrió y de su interior salió la protagonista de la noche. Con paso firme y mucha actitud interpretó su canción Animal, antes de salir de su refugio y reunirse con su equipo de bailarines.
Para olvidarme de ti fue el tema elegido para continuar la fiesta, pero el primer plato fuerte fue sin duda, Discoteka. Fue un ejercicio duro tener que aguantar esos 2 minutos 54 segundos, sentados en la butaca cuando lo que queríamos en realidad era levantarnos y bailar la coreografía de nuestras vidas.
Toy Story es esa canción que todo el mundo adora pero que no suena en las radios, ni es de sus temas más escuchados, afortunadamente nunca falta en su repertorio.
Los primeros acordes de La niña de la escuela pusieron en pie a todo el público. Ese tema no es solo eso, es una historia, tiene algo mágico y se ha convertido en un clásico. Todo el mundo puede contar al menos una historia de su adolescencia en la que se sintieron como la niña de la escuela. Fue un himno en la era de La niña y aún lo sigue siendo.
La escenografía esta vez, se ha visto reducida pero el resultado no mostró ninguna carencia. Los bailarines movían las plataformas a su antojo provocando un efecto óptico cautivador. 4 besos es uno de los momentos favoritos de Lola y así lo hizo saber. Junto a un efecto de luces rojas y blancas comenzó a caminar sobre las dos rampas que adornaron las plataformas y con una caminata de lo más sensual, acabó con uno de los bailarines encima de ella.
La situación lo pide y Lola escapa para abanicarse junto a sus bailarinas. Hay que recuperar el aliento después de un momento tan subido de tono y que mejor que con Tiki Tiki, esta vez sin Ptazeta.
Su carrera es un sinfín de buenas decisiones musicales. Por eso la Trilogía de las Brujas nunca puede faltar. Se escucha el sonido de un búho, la escena se tiñe de negro y se abre una vez más el libro de las brujas. Mujer Bruja, Maldición y Santería son esenciales y no podemos nombrar a Lola sin que esas tres canciones se nos vengan a la mente.
Nosotros formamos nuestro propio Akelarre si es necesario para protegerlas y que nunca desaparezcan de sus setlists.
La artista era consciente de que en un show en un teatro tan especial, no podía ser tan solo un concierto más en su larga lista de verano. Hace tan solo unos días, preguntó a sus fans a través de Twitter, qué canciones les gustaría que recuperase solo para esta fecha, y se puso manos a la obra.
Si hay una cosa que nos ha demostrado Lola en estos cinco años, es que si tuviera que hacer una Superbowl, tendría el mismo problema que Rihanna. No podría elegir entre tantos éxitos sin tener que dejar otros muchos atrás.
Su sangre andaluza no pasa desapercibida y el equipo de producción coloca en el escenario cinco sillas. Es hora de la primera sorpresa de la noche.
Hacía ya mucho tiempo que no teníamos la oportunidad de escuchar otros temas de Akelarre en directo. Este fue sin duda, un momento especial para los fans. No se toca e Inocente fueron las elegidas para volver, envueltas en un toque aflamencado, guitarra española, un mantón flamenco como outfit y muchas palmas. Mala Cara se sumó también a esta decisión desde el disco La niña.
«Como veis, ha recuperado lo que me ha dado la gana», y bien que ha hecho.
«He recuperado las ganas más puras de hacer música, de escribir con el corazón, de compartir» , «Me he recordado a mi misma quien soy, lo afortunada que soy de tener lo que tengo, de haber nacido donde y nacido y haberme criado donde me he criado».
«Cuando tenemos las cosas muy cerca no las vemos con claridad. Miré a mi alrededor y vi que estaba rodeada de muchísimo talento. En Granada hay mucho arte. No se puede tener tanto arte en una misma provincia».
Con estas palabras dio paso a los que serán sus compañeros en el siguiente estreno de su carrera. Un tema, que aunque no tiene título definido, parece que va a llamarse De plastilina y en el que, de nuevo nos vuelve a hablar de corazones rotos y mentiras. Pepe y Vicio entraron al escenario y demostraron que los piropos de Mimi hacia Granada no eran solo palabras.
La segunda sorpresa de la noche llegó de la mano de la balada más personal que ha compuesto hasta la fecha. La pantalla mostraba unas ilustraciones que, aunque ya pudimos ver en sus anteriores shows, no dejan de emocionarnos. Una representación de la artista en la piel de una muñeca asciende hacia el cielo y renace convertida en lo que ella es hoy en día.
En una entrevista ya nos confesó que Lola Índigo era la muñeca y Mimi era su yo de verdad, en su privacidad. Pero aún con esa dualidad, los sentimientos no se apagan cuando entra en personaje y sus temores e inseguridad dieron forma a Dragón. Una poesía dedicada a ella misma y a su ansiedad, un grito para que nos queramos a nosotras mismas.
Como ya sabemos, Belén Aguilera estuvo presente en el proceso de composición y por eso, no podía haber nadie mejor que ella para acompañar a Lola con la intimidad que aporta un piano en manos de la antigua thegirlandthepiano. El teatro en silencio y las lagrimas resbalando por las mejillas.
La tirita finalmente si formó parte del setlist, aunque Belén no se lo esperase. La sorpresa le hizo equivocarse en la letra pero la espontaneidad de ambas no les permitió perder el hilo.
Los artistas también tienen sueños y Corazones rotos es la representación de uno de los que la granadina tenía desde que descubrió su pasión. Cantar con Luís Fonsi era una de sus aspiraciones y jamás se imaginó llegar a trabajar con él en un programa como La voz Kids.
«Cuando escuché la voz de Luís Fonsi en mi canción… imaginaos», nos podemos hacer a la idea. Él no podía perderse una noche tan especial y por primera vez, pudimos disfrutar de los dos juntos encima del escenario.
El amor de Lola Índigo por el talento argentino es ya muy conocido. Ultravioleta, su feat con Emilia Mernes hizo temblar el recinto, y aunque ella también se encuentra en España no deja de trabajar. Anoche Emilia lo dio todo en el Sabatic Fest de Málaga y no pudo acompañarnos en Madrid pero ya se encargó el público de suplir su ausencia.
High Remix le dio la oportunidad a Lola de destacar el compañerismo y la sororidad entre mujeres de la industria: «Tini y María Becerra han sido mis amigas de confianza en la industria desde el primer momento» y no perdió la oportunidad de felicitar a María por su reciente compromiso: «¡Enhorabuena!, ¡Qué María se nos casa! Qué bonito es el amor».
Slowmo y Las solteras aportaron ritmo al asunto y la estrofa de Mimi en Mejores Amigos sonó por todo lo alto. Seguimos acordándonos de Lali cuando escuchamos esas barras y en cuanto nos encantaría escuchar algún día una colaboración entre ellas.
Lo de anoche se sintió como si estuviéramos en familia. Un show pensado para ser cercano e íntimo a pesar de que el teatro tuviese 1,746 personas de aforo y estuviese a reventar. La artista se sentó en varias ocasiones frente al público e incluso, se acercó a tres chicos de primera fila para agarrarles de la mano y cantarles mirándoles a los ojos.
La fiesta no se acabó ahí. La Santa nos hizo recordar que todos «tenemos una amiga que se hace la Santa, que llega los viernes y nadie la aguanta, que se suelta el pelo, te dice qué lo que y le gusta pegadita a la pared», y esa amiga se llama Lola Índigo: «¡La amiga soy yo!».
Un mix entre Romeo y Julieta y Trendy dejaron paso al éxito más grande la carrera de la dragona. El tonto es la penúltima del setlist y la euforia es notoria. El público en pie, la ovación no cesa y todos lo allí presentes entregan las energía que les quedan hasta hacerla reconocer que de todos los bolos de este verano, el del Universal Music Festival ha sido su favorito por el momento. No olvidemos que en octubre le esperan dos finales de gira en su tierra y por el camino numerosas fechas por todo el país.
El esfuerzo de todo el equipo que conforma un espectáculo tan completo como el de El Dragón es muy grande y ha costado lesiones, lágrimas y muchos sudores.
Por eso Lola no ha perdido la oportunidad de agradecer uno por uno a todos los que se han subido al dragón con ella para estar tanto delante como detrás del escenario y que hacen que cada noche ella pueda estar ahí entregando su alma y su cuerpo para quienes pagan una entrada y le dan al play de sus canciones en Spotify.
Aplauso especial para Mónica, una de las bailarinas del show que sufrió una lesión y tuvo que retirarse pensando incluso que no iba a poder volver a bailar. La lucha de un bailarín es eterna pero a veces da sus frutos y cuando eso pasa, las sonrisas lo dicen todo.
Ya no quiero na vuelve a ser el broche final y el ejemplo perfecto de que Lola no olvida nunca a quienes estuvieron con ella desde el principio, ya sean canciones o personas. Aún recordamos como si fuese ayer, cuando nos dejó boquiabiertos con su primer single y desde entonces seguimos aquí, cada día con más cara de tontos. Porque si, somos sus tontos, pero en el buen sentido.
Por si a alguien se le había olvidado, Lola volvió a poner el foco en el que será probablemente su siguiente sencillo. Se despidió con un pedacito de De plastilina, a capella:
«Pa´tras, pa´tras… HASTA PRONTO MI GENTE»
Hasta la próxima DRAGONA. No nos importa que nos quemes con tu fuego.