Este viernes, Lucas Curotto da un gran paso en su carrera con el lanzamiento de Puente aéreo, su primer álbum. Un disco en el que el artista uruguayo ha volcado sus emociones y experiencias, construyendo un puente entre lo que ha vivido y lo que está por venir.
En esta entrevista, Lucas nos abre las puertas de su proceso creativo y nos cuenta cómo este proyecto se convirtió en una especie de terapia para él. «En parte fue como un psicólogo escribir sobre las cosas que me estaban pasando», confiesa. Y no es difícil imaginar por qué: cada canción de este disco es un pedazo de su historia, un reflejo de su crecimiento personal y artístico.
Antes del lanzamiento del álbum, Lucas ya nos ha dejado entrever lo que nos espera con adelantos como Mis ganas locas y 26 de marzo. «Hubo canciones que, una vez terminadas, me hicieron llorar», admite. Y es que, Puente aéreo no es solo una colección de canciones, sino un relato en primera persona, donde cada tema tiene su propia historia.
El reto de un primer álbum
Estrenar un primer disco siempre es un desafío, un salto al vacío. Es poner sobre la mesa meses -o años- de trabajo, abrirse en canal y esperar la reacción del público. Para Lucas, este momento viene cargado de ilusión, pero también de cierto respeto. «Es raro cuando algo que has compuesto en tu habitación de repente deja de ser solo tuyo», nos dice.
Y es que, aunque lleva tiempo escribiendo canciones, este álbum marca un antes y un después. «Antes componía desde la intuición, ahora lo hago desde la experiencia» explica. Con un estilo propio que refleja su perspectiva, el disco muestra a un artista que, a través de su música, busca conectar con el público de una manera honesta y cercana.
Pero esto no es todo. Con el álbum a punto de ver la luz, Lucas ya tiene la mirada puesta en lo que viene: llevar estas canciones al directo y compartirlas con la gente en Plan de vuelo Tour. Si escribirlas fue un proceso íntimo, ahora llega el momento de verlas volar. Este viernes se abre un nuevo capítulo en la carrera de Lucas.