Dani de la Torre nos sorprende con La sombra de la ley, un segundo largometraje ambientado en la Barcelona de los años 20 y cuyas tramas surgen del hervidero de conflictos sociales como la lucha de clases y los movimientos feministas característicos de la época. Muy distinta a la línea en la que nos situó con su ópera prima El desconocido, un thriller actual sobre corrupción que le brindó seis nominaciones a los premios de la Academia en el año 2016.
La evolución de Dani de la Torre
Como comentamos, La sombra de la ley, además de ofrecer una trama de gánsteres poco vista en los últimos años del cine español y de ubicarse en el siglo pasado con todo lo que conlleva en cuanto a ambientación, producción de arte, diseño de vestuario, etc, da un paso más allá en cuanto a factura se refiere. Es una película de una exquisitez milimétrica que se refleja en trepidantes escenas de acción y en una dirección de fotografía impecable traducida en planos secuencia muy cuidados que se prologan por todo un cabaret, además de un constante requerimiento de extras en escenas que abarcan grandes localizaciones. A los quince minutos de película se pueden haber contado más de 10 localizaciones, la mayoría repletas de extras, a las que no le falta detalle en cuanto a ambientación, acting, dirección de fotografía, etc… En ese momento uno se percata del reto que supone para un director el coordinar a tantos equipos para crear una súper producción del estilo, y por ende, de la evolución del director en los dos años que separan a sus dos películas.
El film fue acogido en el 51º Festival de Cine de Sitges por un público entregado que se agarraba a su asientos y que jadeaba con las numerosas escenas de violencia y tensión que ofrece La sombra de la ley, según contaba Paco Tous sobre la experiencia vivida por parte de sus compañeros en la ciudad catalana. Se estrenó el pasado 11 de octubre a nivel nacional en todos los cines españoles y en su primer fin de semana de estreno ya se ha colocado en el top 7 de las películas más vistas en la taquilla española por detrás de cinco producciones americanas.
El reparto
Una de las grandes virtudes del film es el reparto tan coral con el que cuenta. Un elenco capitaneado por Luis Tosar, que vuelve a cogerse de la mano de Dani de la Torre en este segundo largo, y una serie de actores de renombre que han trabajado por primera vez con el director como son Pacos Tous, Vicente Romero, Ernesto Alterio, Manolo Solo y Fernando Cayo entre otros…
Michelle Jenner, con un papel protagónico, sostiene parte del peso de la trama y nos muestra una faceta poco vista en otros papeles anteriores. El arco dramático de su personaje requiere una constante concentración en sentimientos como el sufrimiento y el desgarro y la actriz ha sabido conducir esos sentimientos y transmitirlos en pantalla. Paco Tous, que repite como padre de la misma, afirmaba: “No puedo ver llorar a Michelle, ni dentro ni fuera de la pantalla porque me duele en el alma verla así”, haciendo referencia a un par de escenas clave de la película.
Finalmente cabe destacar el papel que desempeñan actores más jóvenes que se estrenan en el cine como son Jaime Lorente, ya conocido por las series internacionales La casa de papel y Élite y que vuelve a desempeñar un papel “de la calle” que borda y el papel de Fredi Leis, el cantante gallego que da el salto a la actuación con un personaje de pocas palabras pero que ha supuesto un reto interpretativo por los actores con los que comparte secuencias (Ernesto Alterio y Vicente Romero prácticamente en su totalidad).