Y la música se unió para siempre con Ana Mena. Ayer por la noche, día de la salud para muchos, se consagró como el día de la música para uno de nuestros mayores exponentes de la música en castellano como es Ana Mena. Ayer, esta diva forjada a cincel de paciencia y de talento demostró por que ahora mismo es un referencia.
Un show medido, creado con absoluta minuciosidad donde Ana sentó las credenciales de diva de un mayúsculo presente y mito del futuro. Mas de 15 mil almas se emocionaron, bailaron, disfrutaron y se perdieron en la sonrisa de la genial malagueña que disfrutó en un fin de gira que marcará su historia y lo que tenga de venir.
Fueron muchos los momentos a destacar en un concierto, en un «story music», un casi musical genial donde sobrevoló por encima de todo la enorme calidad vocal de una artista que se deja el alma en cada paso que da en un escenario. Después del éxito atronador en Los40 Music Awards de este año donde su «carita triste» sinfónico por fin pues el foco en el absoluto poderío de su voz, lo plasmó tal cual en este última noche. Simplemente a Ana hay que dejarla cantar y disfrutarla, Ana Mena es lo que ves, Ana Mena es lo que sientes, Ana es la música que se disfruta, la que no se disfraza, la que simplemente luce.
Cada secuencia final de este gran Bellodrama final estaba lleno de impulsos visuales perfectos, plenos de energía y emociones a manos llenas donde todo tenía su sentido. Ana tiene un rango vocal muy alto que te atrapa en cada canción que ella imagina. En su «carita triste» su voz ágil , jugaba con los melismas arrastrados con una dulzura exquisita entre violines y chelos, lo llevo diciendo muchos años, Ana puede hacer lo que quiera con su voz.
En esta gran fiesta final tuvo dos invitados de lujo : Abraham Mateo y Belén Aguilera, «Quiero decirte» que ya se ha convertido en un himno y «Como en un drama italiano» le pasaba al testigo a Belén que pronto la podremos disfrutar ya en el nuevo Movistar Arena.
Ella ya había advertido que el show iba a superar todas las expectativas y vaya si lo hizo. Todos los y las que la conocemos desde hace muchos años sabemos del sacrificio, del esfuerzo titánico que ha tenido esta gira pero sobre todo el fin de fiesta final, lleno hasta la bandera donde el público de Madrid y la música le dieron el «si quiero» para siempre.
El 17 de octubre del año 2013, han pasado ya once años de aquel momento, conversaba con una una niña que soñaba tan fuerte que te lo cantaba con sus ojos, una niña que nunca quiso ni supo rendirse, una joven que «vivía cantando» aunque no «habitaba en aquella piel», supo esperar y llegar a esa noche donde sus ojos encima del escenario volvieron a ser los que de aquella niña que nunca enmudecieron por que simplemente quiso ser feliz con su música.
Algunos dirán que vivieron en la generación de grandes estrellas, yo simplemente diré que amé esa última noche como si fuera aquella primera vez, donde «la gata bajo la lluvia» volvió a arañarme el alma. Y ojalá Ana, la música te siga sonriendo así. Felicidades y gracias siempre y para siempre.
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