Si por algo se caracteriza Madrid es por su hospitalidad. Una ciudad que te acoge y que siempre te espera con los brazos abiertos. Entre sus habitantes hay una cantidad importante de personas venidas del otro lado del mundo y que este pasado jueves no quisieron perderse el inicio de la gira de Los Tigres del Norte en la capital de España. Un tour que les llevará por diversas ciudades como A Coruña, Barcelona y Pamplona.
Ya en las inmediaciones del WiZink Center, se podía ver a muchas personas con banderas de distintos países de Latinoamérica, portándolas con orgullo. Una gran fiesta de la música latina y la música en español. Los outfits de la gente eran con sombreros de ala ancha, botas y vaqueros muy ajustados.
A las 20:30 comenzó el concierto tan esperado por los fans españoles de la banda norteña. Un show de más de dos horas y media donde no faltaron grandes éxitos y sobre todo momentos hicieron saltar de emoción a su público. No exagero si digo que prácticamente la gente estuvo de pie todo el concierto, bailando cantando y emocionándose con cada canción.
Arrancaron el concierto con ‘la camioneta gris’, uno de sus grandes temas que levantó a todo el Palacio de los Deportes de La Comunidad de Madrid. Corrido tras corrido iban pasando los temas como si de un viaje al pasado se tratara. Un sin fin de temas que él público cantaba al unísono. Otros temas como ‘Mi buena suerte’, ‘Directo al corazón’, ‘Me falta un pecado’ entro otras grandes canciones.
Después de interpretar ‘La Carta’, un beso a esas madres que están lejos de casa. Vuelven otra vez los mariachis y bailarinas para crear un momento de hermanamiento entre España y México. Primero interpretaron ‘El son de la Negra’, proyectando en la parte de atrás la bandera de México para posteriormente poner la bandera española al ritmo del pasadoble.
Durante la canción de ‘Quiero volar contigo’ aparecieron 9 mariachis totalmente de negro y 6 bailarinas con trajes de cabaret.
Cerraron el concierto con ‘Tres veces mojado’ y ‘Somos más americanos’. Lo de ayer fue toda una fiesta, no recordaba conciertos tan pletóricos.
La música de Los Tigres del Norte también habla de esos grandes olvidados, que son los reclusos y reclusas que están en cárceles y que se les margina de la sociedad. Esas personas son iguales que tú y que yo solo que están cumpliendo su pena. La soledad es una de las compañías más horribles que viven en esos lugares pero para estas personas la música es fuente de inspiración para poder cambiar y llevar una vida mejor fuera de la cárcel. Hace reflexionar hace que las personas se replanten si verdaderamente merecía la pena lo que se ha hecho y de esa manera darse cuenta de que hay posibilidades de cambiar y de seguir para que cuando uno salga la familia esté orgullosa.
En un mundo tan globalizado como el que vivimos, se agradece que grupos como Los Tigres del Norte sigan con su música, representando un gran país como es México.
El show de hoy se podría categorizar como legendario. Un viaje al pasado, un salto al otro lado del charco. La música que tira abajo cualquier tipo de frontera llevando su música y México por bandera. Orgullosos de sus raíces mexicanas, en algunas canciones hablan sobre ese sentimiento, el de que todos son americanos, del norte al sur, de este a oeste. Mis amigos mexicanos ya me habían advertido que este concierto me iba a sorprender, porque al final son las raíces de muchas personas y no hay nada más bonito que la representación cultural de un pueblo.
Escribiendo esta crónica llegué a la conclusión que este tipo de conciertos tiene que ser una montaña rusa de emociones para sus asistentes. Estamos hablando de que muchas de las personas que estaban en el WiZink Center llevarán seguramente mucho tiempo sin visitar sus países de origen. Tiene que ser algo muy emocionante revivir las canciones de su vida en Madrid.
Un concierto que recordaremos siempre como la gran vuelta al ruedo de Los Tigres del Norte. No me cabe la menor duda que con el gran éxito cosechado ayer volverán a España pronto y no tengan que pasar 14 años.
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