Pocas veces un apellido ha representado de forma tan realista a una persona. Almudena Grandes era grande, muy grande y por eso Granada ha querido honrar su memoria cambiándole el nombre a la Biblioteca Pública Municipal de Zaidín para dejar paso a la Biblioteca Pública Municipal Almudena Grandes.
Su marido, el poeta Luís García Montero ha estado presente en este acto tan emotivo y se ha encargado, junto al Alcalde de la ciudad, Francisco Cuenca de retirar la bandera que escondía las letras de este nuevo nombre por el que los vecinos llamarán a su querida biblioteca.
Y es que estamos hablando de un lugar especial que, hace no mucho años se vio amenazado por la alcaldía del Partido Popular y corrió el riesgo de desaparecer.
Los vecinos sienten un apego especial a ella ya que a día de hoy, sigue en pleno funcionamiento gracias a los cientos de ciudadanos que salieron a la calle en aquel entonces y son ellos precisamente quienes han hecho prosperar la propuesta de que Almudena sea la representante de la cultura en su barrio.
Durante el acto se han leído fragmentos de sus libros La madre de Frankenstein y Los besos en el pan y los vecinos escuchaban emocionados cada palabra que allí se decía. Pero sin duda, el momento más emotivo ha sido cuando Luís García Montero ha recitado dos poemas inéditos dedicados a la escritora.
Cuando empezaron a ser pareja, Luís y Almudena se acostumbraron a declararse su amor a través de libros que querían que el otro leyese y en la última página añadían un texto personalizado a modo de carta romántica. Así que, el poeta ha decidido viajar con dos de ellos y deleitar a los asistentes con esos poemas que un día Almudena recibió y sin duda la hicieron sonreír.
«Granada era su segunda casa, ella se hizo granadina de mi mano» dice un emocionado y enamorado Luís. Sin duda ellos han vivido una auténtica historia de amor que de ninguna manera, se acaba con la ausencia de una de las partes.
Almudena Grandes falleció el pasado 27 November 2021 a causa de un cáncer, pero su memoria no se ha ido ni se irá porque la historia siempre prevalece, la cultura siempre aguanta las tempestades y al igual que hubo personas que le cambiaron la vida y gracias a las cuales creó muchas historias, ella también ha cambiado la de otras muchas.
Lo que ella construyó es algo que no se puede manipular, un público fiel, sus lectores. Algo que solo se consigue con trabajo y buena literatura. Un buen amigo suyo ha querido recalcar lo trabajadora que era.
Para ella, sus libros eran su trabajo y era muy estricta con sus creaciones. Se levantaba temprano, llevaba a su hija al colegio y se encerraba en la oficina para seguir creando hasta que el hambre llegaba.
El resultado ha sido encontrar largas colas en cada firma que hacía al rededor del mundo, muchos seguidores allá donde iba y mucho amor, de ese que se sintió el día de su entierro, al que acudieron numerosos admiradores para aportar su granito de arena a un día que sin duda, tiño de tristeza la historia de la literatura y la cultura de nuestro país una vez más.