Melendi aterrizaba este lunes en el Wizink Center de Madrid, dando el pistoletazo de salida a la serie de tres conciertos que tendrán lugar en la capital entre los meses de noviembre y diciembre, con su gira ‘20 Años Sin Noticias’ con la que celebra el vigésimo aniversario de su álbum debut ‘Sin noticias de Holanda’.
En una noche marcada por una gran expectación y emoción, los asistentes llenaron cada rincón del conocido recinto dispuestos a volver a disfrutar de esas canciones que el propio artista creía que habían caducado, y revivir momentos inolvidables de su trayectoria. Tanto es así que, desde los primeros acordes de la banda, el público se entregó sin reservas en un arranque eufórico, y la energía continuó multiplicándose con cada canción interpretada por el asturiano.
Despertando la nostalgia, el concierto comenzó con algunos de sus grandes éxitos con los que la noche madrileña viajó a los inicios de su carrera, en los años 2000. Clásicos como ‘Kisiera yo saber’ o ‘Con la luna llena’ sonaron con una renovada frescura, demostrando una vez más que estas composiciones han perdurado en el tiempo.
El espectáculo fue una auténtica montaña rusa de emociones en la que el intérprete de ‘Tu jardín con enanitos’ puso de manifiesto su versatilidad, y confesó emocionado: “para mí ha sido una gran sorpresa… estoy disfrutando mucho y estoy conectando con el teenager que fui”.
A medida que el concierto avanzaba llegó el momento de reencontrarse con otros temas que han marcado su carrera como ‘Sin Noticias de Holanda’, ‘Vuelvo a traficar’ o ‘Caminando por la vida‘. La conexión entre Melendi y sus “guerreros” fue más que evidente a lo largo de una noche, en la que compartía anécdotas y reflexiones con el público, que le abrazaba con aplausos agradeciendo su cercanía y cariño. Entre risas y ovaciones volvió a demostrar una vez más su capacidad para reinventarse, y sorprendía con un medley que, con el público entregado en cuerpo y alma, daba paso a la última parte de la mágica noche.
Cuando llegó el momento de la despedida, un estruendoso aplauso hacía retumbar cada cimiento del antiguo Palacio de los Deportes. “Como hablar”, sostenía el cantante mientras observaba al público que le arropaba, y haciendo un guiño a la canción de Amaral concluía: “eso me pasa a mí, que no encuentro la palabra exacta”. Era más que evidente que había logrado su cometido; revivir momentos memorables, y demostrarse a sí mismo que esas canciones que creía haber encerrado en un cajón, todavía ven muy de lejos su fecha de caducidad.
Este primer concierto en la capital ha sido un éxito rotundo, con el que Melendi ha vuelto a demostrar que su música es imperecedera, al igual que su carisma.