PASTORA SOLER: «ANTONIO JOSÉ NO PODÍA FALTAR EN ESTA NOCHE TAN ESPECIAL»»

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David Fraile
David Fraile
Fundador y director de lacajadmusicatv.com - Periodista , historiador del arte y devorador de libros. Coleccionista del universo Pixar.

Dejar pasar el tiempo no es perderlo. Fue el 1 de diciembre de 2014. A Pastora Soler, tras más de 20 años dedicada en cuerpo y alma a su carrera musical, con un nivel de auto exigencia que sólo los más cercanos conocen el calibre, su cuerpo le había dicho basta. Y ella lo supo escuchar a pesar de encontrarse en uno de los momentos más álgidos de su carrera. No es fácil retirarse cuando se está en ese momento, cuando incluso se le abrían las puertas de Europa gracias a su exitoso paso por Eurovisión. Pero por decisión propia, ponía punto y aparte a una intensa trayectoria que acumulaba diez discos de estudio, dos recopilatorios y unas giras que prácticamente enlazaba unas con otras. Pastora necesitaba calma. “Es posible que mi vida careciera de ella”, dice.

Puede que quizá Pastora no lo sabía pero la naturaleza, tan sabia a veces, se lo hizo ver. Y dejó pasar el tiempo. Pero sin perderlo. Sin presión, cuando se descubrió cantando en los momentos más cotidianos de su día a día, fue consciente de que la tormenta había pasado. Y evidentemente el nacimiento de su hija, Estrella, fue determinante para que eso ocurriera. En marzo de 2016 pensó que sería buena idea empezar a escuchar temas de cara a un nuevo disco. Jamás ha podido elegir un repertorio nuevo durante tanto tiempo, y eso está más que manifiesto que es un éxito sólo con una primera escucha de “La calma”, como ella ha querido titular su nuevo trabajo. “Mi hija me dio la energía para volver. Y yo siempre me he ido motivando a la hora de hacer un disco con la búsqueda de repertorio, así que esta vez quería que fuera igual para que las cosas ocurrieran de manera natural, pero poco a poco”.

Eso sí, que nadie espere encontrar en este disco disertaciones cantadas sobre lo que le pasó, cómo se sintió ni dramas parecidos. Calma no es sinónimo en este disco de lamentaciones, tragedias ni azules oscuros casi negros. “Me han enviado muchísimas canciones, y muchas muy buenas, que se centraban en mi tema. Pero he rechazado todas, no quería ser tan explícita porque ya es un capítulo cerrado. Eso si, he decidido que hay una canción que me llegó compuesta por José Abraham (autor de uno de sus mayores éxitos, “La mala costumbre”), que aunque no quise grabarla si que voy a cantarla en mi próxima gira de conciertos. Y hasta ahí llego”. Lo más cercano que sus seguidores podrán escuchar en su disco es un tema luminoso como “Será mejor volver” y “Vuelves a la vida”, un auténtico himno de producción épica pero que supone

un emocionante canto a la esperanza, la luz y la búsqueda de la verdadera felicidad. Escucharla significa querer afrontar el día con lo que te pongan por delante. “La calma” es un disco nacido sin prisas, con paciencia. “He seleccionado las canciones que me transmitían”, dice ella, “disfrutando como siempre de lo que hago pero teniendo claro que no se me puede ir la vida en todo. Y también busqué matices que encontré cantándole a la primera persona que me escuchó de nuevo cantar: mi hija”. Y el resultado es espectacular. Porque seamos claros: que Pastora llega donde quiere lo sabe medio mundo. Pero hay algo en este disco que denota también que ha jugado mucho con su voz, encontrando recovecos que la hacen sonar aún más elegante, con una sutileza y luminosidad que lo convierte en un álbum disfrutón. A la hora de la selección y grabación de los temas hasta hacer los suyos, Pastora más que escuchar canciones se dedicó a escuchar a LAS canciones, qué le pedía cada una. Parece lo mismo, pero no lo es. Entre ellas, “Contigo” es quizá el máximo exponente, ese tipo de tema que parece que Pastora te estuviera cantando al oído mientras eres incapaz de hacer otra cosa que cerrar los ojos y dejar que la emoción se apodere de todo tu cuerpo a través de su voz, el piano y unos exquisitos arreglos de cuerda.

Buena parte de la culpa de que el sonido acompañe al ahora más amplio que nunca registro de Pastora Soler la tiene el productor de “La calma”, Pablo Cebrián, por cuyas manos han pasado algunos de los mayores éxitos de David Bisbal, Manuel Carrasco, Sergio Dalma o India Martínez, entre otros. Cebrián ha trabajado con un material de primera categoría gracias a las letras de gente como Vanesa Martín (“Perdóname”), Vega (“Y dirán”), David Santiesteban (“Si tu me abrazas”), el citado José Abraham (“No te atrevas a olvidarme”) o Tony Sanchez Ohlsson, que tras componer “Quédate conmigo” y ser responsable absoluto de su anterior trabajo, en esta ocasión firma hasta tres de las nuevas canciones de Pastora Soler, entre las que se incluye el primer single que suena con fuerza en todas las radios desde este verano, “La tormenta”.

Este trabajo sale a la venta el 15 de septiembre, fecha elegida por su discográfica pero que casualmente coincide con un día fundamental en su vida: el segundo cumpleaños de su hija Estrella, que tiene su propia canción en el disco compuesta por su propia madre. “Me senté a escribirle algo y quedó algo muy sentido y sincero, no podía ser de otra forma.

Como todo en este disco no me forcé y salió de forma tan natural que algunas partes de la letra las rematé en el propio estudio mientras la grababa”. Porque está claro que después de las tormentas siempre llega una calma. Porque se hace evidente que Pastora Soler siempre trae un nuevo disco bajo el brazo que convierte en el mejor de su carrera. Y porque dejar pasar el tiempo está claro que no significa perderlo. Y ella no lo ha hecho.

Nadie dijo que el camino fuera fácil, pero se puede. Dentro de “La calma” está la mejor prueba. Rafa Pontes

Dale al play para eneterarte de lo que nos ha contado.


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