El pasado 24 de octubre Vitoria-Gasteiz se vestía de gala para acoger la premier de ‘El silencio de la ciudad blanca’, la última película de Daniel Calparsoro basada en la novela homónima de Eva García Sáenz de Urturi, que se rodó casi íntegramente en la ciudad alavesa con un gran recibimiento por parte de los altos cargos públicos y la ciudadanía, que colaboraron en la producción durante todo el rodaje y cuyo acogimiento se mantiene hasta día de hoy, con una alta asistencia y expectación en la alfombra verde y el posterior estreno que se celebraban en el Palacio de Congresos Europa.
Tras poder ver y vivir en primera persona el cariño que los vitorianos y vitorianas demuestran a esta producción que engrandece su ciudad, podemos comprobar que efectivamente de Vitoria quedan retratadas localizaciones tan emblemáticas como la Plaza de La Virgen Blanca o la Catedral de Santa Maria, que con una fantástica iluminación y un considerable trabajo del equipo de fotografía se convierten en protagonistas de la historia al mismo nivel de importancia que Belén Rueda, Javier Rey, Aura Garrido, Manolo Solo y Àlex Brendemühl… La ciudad es por tanto un elemento indispensable en el desarrollo de la historia, enmarcando una trama que no deja de avanzar y donde los protagonistas dan rienda suelta a sus instintos, corazonadas y sentimientos, tal y como Eva lo concibió en esta primera novela de la trilogía de Kraken.
Daniel Calparsoro consigue mantener a lo largo de todo el film el ritmo frenético que caracteriza y diferencia el best seller de García Saenz gracias a unos movimientos de cámara que acompañan perfectamente la acción, y que podemos ver en su máximo apogeo en secuencias como la persecución sobre los tejados de la catedral, y una banda sonora delicada y detallista que envuelve al espectador permitiéndose así hacerle vivir al máximo la adrenalina que los personajes de Javier Rey (Kraken), Aura Garrido (Estíbaliz) y Belén Rueda (Alba) desprenden durante toda la historia.
Entre los grandes cambios que se han producido en la traducción de la novela al lenguaje del cine podemos destacar el traslado de la revelación de la identidad del asesino. En la historia de Eva no se conoce su identidad hasta el final de la misma, sin embargo, en el film de Calparsoro el espectador descubre quién es el autor de los crímenes desde prácticamente el principio de la trama, jugando así con una ventaja con la que no cuentan los personajes, que sufren las consecuencias de sus desatinos hasta el final. En la entrevista que enlazamos a continuación, tanto la propia autora de la novela como el director del largometraje nos hablan de otros cambios en el proceso creativo como la elección del reparto y los cambios en el físico de los personajes que esto acarreaba.
Belén Rueda y Javier Rey, los dos protagonistas indiscutibles de esta historia, no quisieron perderse el preestreno de su película en la ciudad en la que han rodado y vivido durante semanas y que ya consideran «su segunda casa». Belén acudía la mañana del 24 a un tour organizado por las localizaciones más representativas de la película y la ciudad, en el que aportaba curiosidades del rodaje: «Ahí estiraba yo después de las carreras que mi personaje hacía prácticamente todos los días», decía cuando pasábamos por las barandillas que rodean a la estatua de la Virgen Blanca. Javier Rey, por su parte, consiguió sacar un hueco de su apretada agenda llena de compromisos para escaparse de la grabación de un nuevo proyecto y viajar hasta la ciudad blanca para atender a la prensa y a los vecinos y fans que se acercaban al auditorio a recibir al equipo de la película.
Carmen Urquízar
