Tras «Objetivo: La Casa Blanca» y «Objetivo: Londres», vuelve a los cines la tercera parte “Objetivo: Washington D.C.” En esta cinta se sigue contando con sus dos protagonistas habituales Gerarld Buttler, que interpreta a Mike Banning y Morgan Freeman quien interpreta al presidente de los Estados Unidos.
En esta entrega, Mike de nuevo tendrá que ayudar y salvar al presidente de morir, aunque en esta ocasión tiene que tener realmente cuidado, ya que, el principal problema será él, y querrán que se haga con la muerte. Y Mike, junto con la ayuda de su mujer y de un personaje inesperado, tendrán que afrontar juntos los problemas y solucionarlos.
Esta entrega dura 120 minutos y está lleno de acción desde el primer momento de la cinta, cosa que para los amantes de la saga es de agradecer y te mantiene en vilo durante toda la proyección. Digamos que el ritmo es bastante fluído y eso para el espectador es algo que agradece.
En esta tercera parte, a parte de las escenas de acción y lucha, predomina la esencia familiar, cosa que a día de hoy es muy importante en una película. También tiene que tener cuidado en quién confía y de quién desconfía, ya que cualquier persona se la puede jugar. Hay que destacar también a tres personajes importantes como es el caso de Nick Nolte, Danny Huston y Piper Perabo.
Ric Roman Waugh, el director, ha querido plasmar más acción, no se hace pesado, tiene un claro objetivo y el querer solucionar los problemas pasados. El único problema que veo a Objetivo Washington es que el guión carece de nuevas iniciativas, ya que es el mismo lema de las otras dos películas y falta algo más de originalidad. Los contras: Para mi gusto esta película debería haber sido la primera y única, ya que, lo poco gusta y lo mucho cansa.
El próximo viernes 30 de agosto se estrena en todos los cines y podréis dar vuestra opinión.
Por Josune Ordóñez