El pasado martes, en la sala Moby Dick de Madrid se convirtió tubo lugar el esperado concierto de Omar Samba. La expectación era máxima y la sala estaba a reventar, con un público entregado que no dejó de corear cada una de las canciones del artista. Entre los asistentes se encontraban sus compañeros de edición de Operación Triunfo, familiares y amigos, lo que hizo de la noche un encuentro aún más especial.
Desde el primer acorde, el ambiente fue mágico. La conexión de Omar con sus seguidores era más que notable, tanto que en varias ocasiones decidió poner a sus fans el micro y dejar que el público tomara el protagonismo, cantando sus letras a pleno pulmón. En su cara podíamos ver la emoción, estaba viviendo un sueño hecho realidad. “Es un sueño que tenía desde que tengo consciencia”, confesó en un momento de la noche.
La lista de invitados fue una de las grandes sorpresas del concierto. Salma, a quien inicialmente no había invitado pero que, según explicaban entre risas, sin duda era una de sus personas más especiales y no podía faltar allí, subió al escenario para compartir «Canela en Rama», una canción muy especial para ambos. También participaron Alberto Vela y Bea Fernández, sumando sus voces al espectáculo y creando un momento muy íntimo y mágico. Uno de los momentos más vibrantes llegó con la aparición de Roi, con quien Omar versionó el clásico «Por la boca vive el pez de Fito y Fitipaldis», en un dueto lleno de risas, energía y complicidad.
Otro de los momentos más emotivos fue cuando Omar invitó a Julia Medina a subir recordando cómo ella fue la primera persona en acogerlo en Madrid tras salir de la academia, abriéndole las puertas de su casa y ofreciéndole su apoyo incondicional. Más adelante, cuando el concierto ya llegaba a su fin, de forma inesperada Lucas Curotto, se unió al escenario para interpretar un fragmento de Acalorado, canción que compartieron en la academia, desatando la ovación del público.
El final de la noche fue un reflejo de la cercanía y el cariño de Omar hacia sus seguidores. Para la última canción, decidió bajarse del escenario y cantarla entre el público, dando y recibiendo todo el cariño mutuo que se guardan. “Ver que la gente se sabe mis canciones es un sueño cumplido”, declaró emocionado.
El concierto de Omar Samba en la Moby Dick fue, sin duda, una noche inolvidable, cargada de música, recuerdos y la certeza de que esta primera gira es solo el comienzo de un camino prometedor para el artista.
