Querida India que bonito es conversar cuando la música nos abraza y nos devuelve la libertad que nos arrebata el destino. Que bonito que tu voz ponga luz al dolor más grande jamás cantado, que tu voz forme parte de un rezo desde el alma de nuestra dolida memoria, que tu música sea parte de la despedida que jamás llegará y del miedo que se debe convertir siempre en la esperanza que algún día volverá a abrazarnos de nuevo. La vida es música, la música nos toca cuando en la inocencia de un recuerdo en forma de fotografía se siente las manos frías de aquella que se emociona simplemente por el tacto de tu voz.
Tu talento calma vidas, tu música sana espíritus y tu voz nos hace sentirnos un poquito más libres. Gracias por presentarnos las sombras de «tus palmeras» esas que nos enseñaron tus porqués y tus quizás , las que pintan tus sueños sin olvidar el pasado para entender el presente y abrazar el futuro aunque a día de hoy sea incierto. Amiga, gracias por devolverme mi recuerdo de «mi primera vez» en la emoción de una canción que con 5 años se clavó en mi memoria para siempre, y tu en tu «abrazo de sangre azul» llegaste para rescatarlo de mi memoria.
La música lleva tu nombre, la magia lleva tu silencio y el dolor más grande jamás cantado desde ahora y siempre y para siempre el sonido de tu voz. La siguiente conversación como a nosotros nos gusta … ¿prometido?.
