La primera vez de Madison Beer en España, Madrid fue sinónimo de éxito

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Almudena Fuentes Sánchez
Almudena Fuentes Sánchez
Cineasta y periodista dispuesta seguir creciendo. Mi gran pasión es el cine y por eso, no me conformo solo con verlo.

Después de toda una carrera musical esperando por ella, Madrid pudo disfrutar el primer concierto de Madison Beer en tierras españolas. Un viaje emocional de principio a fin en el que la artista acompañó a sus fans de la mano.

El momento en el que se encendieron las luces de la pantalla los gritos se apoderan de la situación. En ella aparece una imagen de Madison elevándose hasta el cielo mientras es abducida por un OVNI y comienzan los primeros acordes de Baby que, al contrario de lo que estamos acostumbrados con otros artistas, no iban acompañados de música en directo. Pero no es relevante en esta ocasión. Madison se come el escenario junto a sus dos bailarinas.

El público corea el nombre de la artista, llevan mucho tiempo esperando y no van dejar que pase la oportunidad sin dejarse el alma desde la pista. La Riviera no estaba sold out pero lo rozó con la punta de sus dedos así que, si me preguntan a mí, un éxito rotundo.

Su primer outfit es un vestido blanco brillante, como un símbolo de inocencia, limpieza y pureza. Una estética digna de una muñeca de porcelana que junto a su cara de ángel deja boquiabierto a cualquiera. Ella hipnotiza a todo aquel que la mira y no solo por su belleza, sobre todo por su talento. 

Good in Goodbye es el tema que ocupa el segundo puesto en el show pero también en su disco Life support. Muy bien elegido para abrir el apetito de los asistentes.

La pantalla del fondo acompaña con imágenes la historia que nos quiere contar. Planetas, estrellas… y las barras de iluminación de los laterales simula la carga de una batería que cada vez está más llena y preparada para hacer estallar todo.

Stay Numb and Carry on y Emotional Bruises dan paso a su primer cambio de vestuario dejando a sus fans destruidos y lidiando con sus emociones tratando de asimilar este último tema que sin duda, es uno de los más sensibles del álbum.

Ahora ya no es la muñeca linda y pura del primer tiempo. Esta vez se ha metido en un espectacular vestido verde pastel digno de una bailarina de ballet y con un lazo en el pecho que combina a la perfección con la cinta que lleva en el pelo. Y con esta nueva imagen se enfrenta Reckless, el último single con el que nos sorprendió en 2021 y en el que nos habla de una historia que odia, una historia de desamor.

Pero ahora es el turno de las baladas electrizantes y de sentir escalofríos. Esas baladas que su voz convierte en pura magia. Homesick, Stained glass, Default, Effortlessly y Selfish nos emocionan y son la prueba de que controla su voz a la perfección.

La pantalla se va llenando de agua hasta cubrirse entera. Una metáfora de cómo nos ahogamos en nuestras propias lagrimas, porque es el turno de Blue. Con un tercer y oscuro outfit llega el momento más emotivo de la noche. El recinto se tiñe de azul, nunca mejor dicho, y sus fans encienden las linternas de sus moviles previamente adornadas con una pegatina azul para darle una sorpresa a la artista junto a carteles de “we are proud of you”.

Y aunque hasta este momento haya elegido temas que podemos considerar mas suaves, su discografía esconde sorpresas y estaba a punto de enseñarnoslas todas. Lo que ocurrió a continuación fue el resultado de saber acabar un concierto por todo lo alto, y no es un decir, es que contaba hasta con una plataforma elevadora.

Sour times, Dear society, Boyshit y Follow the white rabbit suben el tono del espectáculo. Empezamos el concierto con una imagen angelical y lo terminamos con tonos azul oscuro casi negro, coreografías y letras muy cañeras. 

Pero el tema elegido para poner el punto y final es Everything happens for a reason, a la que acompaña una imagen de fondo en la que podemos ver un paisaje tranquilo, un cielo despejado y una pradera. La calma. Hemos atravesado con su voz todos sus estados de animo. Nos ha contado una historia, un viaje y, su despedida comienza con un simple: “I used to believe that everything happens for a reason”.

Y claro que pasan por una razón Madison, y la de anoche fue poder disfrutar de tu poderío y tu fuerza con toda la energía que nos cupo en el cuerpo. No hubo conversaciones ni discursos con sus fans, ni siquiera el típico falso final para que la gente suplique por otro tema más como suele ser usual en el universo musical.

Un concierto rápido, corto, musicalmente perfecto pero quizás un poco impersonal a pesar del universo que ha construido q su alrededor. Con una explosión de confetti, besos lanzados al aire y un “thank you Madrid”  se encendieron las luces de La Riviera y la artista dejó demostrado que, España puede seguir confiando en ella para seguir conquistando  corazones en esta parte del mundo.

Madison Beer Madrid
Madison Beer Madrid
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