Un abrazo a la raíz de Rozalén

Tenemos buenas noticias, Rozalén saca nuevo disco. Un álbum titulado “El Abrazo” y por este motivo hemos conversado con ella de muchas de las cosas que se esconden detrás de las 13 canciones que lo conforman y que ella presenta como 13 abrazos.

Al empezar la charla, nos comentó que está bien, con las inseguridades, miedos, ilusión que comporta sacar un nuevo álbum, un álbum con el que tiene muchas ganas de reivindicar lo simple. Además, nos contó que mucha gente le está diciendo que este disco les recuerda a los inicios, algo que quizás ocurre porque hablan de lo que ha vivido en primera persona y son todo emociones universales… “canto lo que he vivido en los últimos años y esto quizás hace que la gente se sienta más identificada con las canciones, porque son cosas que todos vivimos o hemos vivido”.

Sobre el proceso de composición, nos aseguró que ha sido divertido, bueno y terapéutico. “Soy muy consciente de que dedicándome a esto la carrera que estudié no fue en vano, porque hago mucha terapia de choque, hago mucha técnica terapéutica”. Un disco que sin duda la ha ayudado a soltar y de este modo nos regala 13 abrazos para reír, llorar, recordar, reflexionar y trabajar, porque como ella bien dice «tendemos a huir siempre de todo lo que sabemos que conlleva un trabajo o un esfuerzo. Hay que enfrentar las cosas por mucho que cueste».

También hablamos de todas las canciones que conforman el disco, canciones dedicadas al amor, a una misma, a los más pequeños, canciones cargadas de infancia y nostalgia como “Entonces”, una canción que respira nostalgia por los cuatro costados y que casualmente, ya apareció en una conversación pasada, algo que comentamos y me confesó que “…ha sido una de las canciones que más tiempo he tardado en escribir, porque eran tantas las imágenes bonitas de mi infancia o que me provocaban mucha emoción que lo que más me ha costado ha sido elegir y hacer el puzle”.

La amistad también está presente en el disco con una canción dedicada a los amigos de toda la vida. A esa sensación de que nada cambia. Al amor honesto de los que siempre te han querido y que por mucho que pase el tiempo todo sigue igual. Una canción que todo apunta quizás será el final de los directos que se avecinan… “Es una canción para celebrar, para celebrar la vida, porque todo lo verdaderamente importante sigue igual cuando el amor que tienes delante es puro”.

Para terminar, hablamos de las ausencias y el dolor que esto le provoca, y reconoció que “pensar en mi infancia y en los que ya no están me duele” y añadió que cada vez más se siente feliz de haber crecido en un pueblo, libre y rodeada de gente mayor y sabia… y así resume que este dolor es un “Un dolor que provoca lagrima con sonrisa”. En este momento, nos confesó que una de las frases que más le duelen del disco es la de “ahora que se me apaga la infancia”, porque se siente un poco así. Siente que realmente la vida es toda la infancia, esos momentos en los que somos plenamente felices, libres, sin responsabilidades… y no nos damos cuenta. Quizás por eso volver a la raíz es necesario, algo que creo desde hace tiempo que forma parte de la esencia más pura de María, de Rozalén.

Creo que este disco a parte de abrazar también da las gracias y así se lo dije el otro día y ella me respondió que abrazar y dar las gracias va siempre bastante unido y añadió que “Hay que decir mucho más a menudo gracias, te quiero y lo siento. Y esto lo va enseñando la vida. Yo cada vez creo que soy más agradecida”.

El disco huele a tomillo, romero y lavanda como dice una de sus canciones, junto a otros perfumes que forman parte de los protagonistas del disco y creo que suena más que nunca a María. A Rozalén. A lo sencillo. A emoción. A dolor. A nostalgia. A VIDA.

Tenemos buenas noticias, su esencia sigue intacta como el brillo en sus ojos.

P.D: Querida María, seguiremos guardando bien la postal digital que una vez escribimos para seguir recordándola.