Alguien me preguntaba una vez, la importancia de la música para mi persona y no supe que responderlo. La música, le dije, es esa capacidad de sentirte libre, de acompañarte libre en tu vida, de sentirte único y fuerte cuando te tiembla el piso.
Dani Martín, es para mi aquella definición de música en estado puro. Dani Martín se ha convertido en el centro cuántico perfecto, en una fórmula perfecta donde se concentra la emoción, la intención y la ilusión. Dani Martín es todo eso y mucho más.
Un Premio que pone firma a un año marcado por un disco, el suyo, que ha sido una puerta de libertad, un reconectarnos con los sonidos que como Dani éramos fans y que el a través de su voz y su esencia ha sabido dibujarnos en sus canciones.
Dani Martín en su disco nos ha regalado la vuelta a ese sabor del Juanes más puro, de antaño, a la luz y singularidad de Camilo entre una copa de vino capitaneando su «avioncito de papel, «mientras empieza la función» a lomos de la guitarra eterna descubrió que detrás de la mentira siempre estuvo la verdad de Joaquín.
Dani Martín y su equipazo de músicos se preparan para que el 2021 se convierta por fin en un año en el cual sin olvidar ser responsables sigamos haciendo «lo que nos de la gana». Y la música, esa niña ya mujer de grandes ojos marrones sólo una súplica, sigue haciéndola feliz siempre a través de tu silencio.
Que viva la música, amigo, la tuya siempre Dani Martín.