Juan Gea: «Doña Marta es lo mejor que le puede pasar a mi hija Fina»| Isidro – «Sueños de libertad»

Hace algún tiempo leí en uno de vuestros comentarios en nuestras entrevistas de la serie en «youtube» que yo siempre hablaba de que «Sueños de libertad» era una serie sobre el amor, sobre diferentes tipos de amor, pero que nunca habíamos hablado del amor más grande… el de un padre a una hija. Tuvimos primero a Fina ( la maravillosa Alba Brunet) y cómo no Isidro (Juan Gea) tenía que ser el siguiente.

Podía daros muchísimas razones, por que Juan Gea es sinónimo de Teatro, del teatro de toda la vida, porque me convirtió en un «ministérico» irreductuble, pero sin duda me quedo con la última, Isidro para mi se convirtió por méritos propios en el personaje en mayúsculas de «Sueños de libertad».

Un personaje que lleva el alma de Juan Gea y que ha sido capaz de transitar por la mayor cerrazón emocional y social de la época a convertirse en el paladín de que las cosas en su época se pueden cambiar. La química visceral, orgánica, de alma que se produce entre él y Alba es de lo más hermoso que he visto en televisión desde hace muchos años y como tocando con sus dedos la muerte su mente se abre a la verdad. Fina e Isidro, Juan y Alba se han convertido en refugio y esperanza y en el refugio de luz que la serie ahora necesita.

Hablamos con Juan de muchísimas cosas, pero yo me quedo con el mensaje esencial de Isidro, «sólo descansará cuando vea a su hija feliz disfrutando del amor de su vida» y como el mismo dirá «Doña Marta» es lo mejor que le ha podido pasar a su hija. Poco más puedo añadir.

Bueno, si se puede añadir algo. Gracias Juan Gea por dar vida a Isidro así, por que no había otra manera de hacerlo. Con escucha, con alma, siendo la parte inquebrantable de Fina pero sobre siendo su esperanza y eso siendo el 58 le convierten en un personaje más que especial. Gracias por conversarme el proceso, por llevarme de la mano en su evolución pero sobre todo gracias por hacer de mi profesión algo tan gustoso y tan fácil. Nos vemos en la segunda … prométemelo 😉 . Gracias Juan.