Pocas películas funcionan sin la necesidad de ser entendidas en su totalidad. El público tiende a decir que los guiones son malos cuando se dejan tramas abiertas durante la historia, cuando no hay un orden lógico de las cosas o cuando simplemente no llegamos a entender el significado pleno de lo que vemos en pantalla y no, no siempre es así.
La mente del director esconde siempre secretos que al espectador se le escapan, que necesitan alguna que otra explicación o simplemente no tienen explicación y no pasa nada.
Un efecto óptico es ese tipo de cine que merece la pena descubrir, ese que te hace pensar, fijarte en pequeños detalles y replantearte el significado de lo que te rodea. De la mano de dos grandes exponentes de nuestro cine como son Carmen Machi y Pepón Nieto, Juan Cavestany llega de nuevo a la gran pantalla después de pasearse por las alfombras de San Sebastian y Sitges.
Carmen Machi ha encontrado la forma perfecta de describirla: «los críticos dirán lo que tengan que decir y estarán más acostumbrados a un lenguaje cinematográfico diferente y pueden normalizarla pero la película no es normal, por fortuna». Pepón Nieto sin embargo, cree que la película no reta al espectador a entenderla, que no es un sudoku y simplemente buscar provocar emociones. Algo que sin duda consigue.
El próximo 26 de marzo todo el mundo podrá disfrutarla en cines y sacar sus propias conclusiones pero lo que tenemos muy claro es que va a dar mucho que hablar y que como la misma Carmen ha dicho, es una película que después de verla se tiene que comentar.
se repetia todo pero lo bueno era que iba mejorando todo con cada repeticion