Se estrena «Se busca». «Malú que bueno que volviste».

Ay Malú! , cuanto echaba de menos convertir los trazos blancos de un folio de silencio en los acordes de palabras que pintan colores de tu voz, la presencia arrolladora de alguien que simplemente no se explica, se siente.

Malú simplemente necesitar ser lo que mejor sabe ser, ella misma. La música de Malú no necesita experimentos, se refuerza en el gran bastión que es su voz, se arma en su presencia escénica y en esa capacidad incontrolable de atravesar la pantalla, haga lo que haga.

A Malú no hay que buscarla simplemente hay que encontrarla o dejarse encontrar por ella. Ella es y significa música. Es el alimento básico de esa sonrisa que durante años nos tatuó en noches de éxito impenitente en su palacio que nunca dejó de ser de ella.

Ya no es un secreto a voces, no es un ángel caído, es una luz renovada y plena, no presenta una canción, «Se busca», con un  una letra que a pesar de estar rodeada de un armazón rítmicamente hasta bailable, armonías positivas, estribillo y coros potentes, apuesta por la letra que araña y mucho. Es una canción de liberación, de reivindicación, de despedidas necesarias, de mirar hacia delante.

La producción exquisita, propone un guante hecho a la medida de una «reina radiante» que simplemente quiere ser feliz. El videoclip narrativamente hablando es una delicia visual (grande Salva Musté), dos seres que se buscan, que se necesitan pero no se encuentran, siempre en paralelo con el crescendo de la canción y el estribillo contraponiendo primeros planos con el verde natural de la protagonista que aún le da más fuerza, ritmo, naturalidad y frescura.

Se notan cambios evidentes en la artista con estos capítulos musicales en forma de canciones que nos ha ido mostrando. Una baraja con cartas muy marcadas, una esencia reconocible pero con la capacidad de la frescura que sorprende. Puede arañarnos el alma con «Mil batallas» y puede hacernos saltar y bailar con una sonrisa triste en «Se busca», esa es la maravillosa magia que siempre ha tenido siempre ella, la que yo escribí una vez «la reina del palacio».

Ya no hace falta añorarla, gritarle al silencio que «se la busca», ahora simplemente hay que disfrutarla. Ya tiene un pie en el escenario y su mano en cada disco que nos ha firmado, la sonrisa de su alma se transmite en cada nota musical que nos regala y eso nos hace felices.

La música sonríe, siente el pulso de los conciertos, su corazón y sus cimientos ya sienten vuestras voces y vuestros recuerdos pero sin duda siente el calor del abrazo de alguien que añoraba … «la jefa».

Como siempre digo brindemos por la música, por la tuya. Nueva sorpresa, nueva canción, misma mágica esencia. Malú, que bueno que volviste.