Amigo Sergio, un día como el de ayer es un día de corazones abiertos y abrazos a la esperanza, y yo, amante confesa de la música, de tu música, me atrevo a afirmar, que sin ti, sin tu energía, sin tus palabras sinceras capaces de tocar a cada una de las almas que anoche bailaron al son de tu magia, hubiera estado incompleta.
Disfrutar de 30 años de tablas, de gritos a un aire cargado de esperanza y de esa ALEGRÍA contagiosa y tan necesaria en tiempos revueltos y en una noche iluminada de rosa con sabor a lucha y sueños cumplidos y por cumplir, es y será siempre un recordatorio constante de que LA VIDA está hecha de momentos no siempre sencillos, pero que LA VIDA, con sus matices y sus colores diversos, está ahí para disfrutarla.
Tres temas fueron suficientes para seguir reconociendo a un titán de la música capaz de revolucionar y hacer vibrar a un Wizink Center repleto hasta la bandera que cantó y saltó de sus asientos con más ganas que nunca al son de tus canciones.
Porque anoche, Sergio, fue sin duda una noche especial para todos, una noche para disfrutar, para sentir, para soñar despierto, para recordar al mundo la importancia de recordar sonreír pese a los contratiempos inesperados, para bailar pegados, para regalar sonrisas y energía positiva de esa que inunda el corazón y permanece. POR ELLAS, para ellas… Anoche, Sergio, eso fuiste tu, una bocanada de fuerza, de lucha inacabada, un regalo de esperanza y colores vibrantes, ejemplo de trabajo y constancia, magia encima de un escenario, música, ALEGRÍA.
Por eso, por ellas, por 30 años de recuerdos bañados en la mejor banda sonora, GRACIAS.
TEXTO : ROCÍO LEIS
