Hay veces en que me cuesta reencontrarme con mi propia manera de escribir o describir lo que ola música me provoca pero Juanjo Bona consiguió que me sentase de nuevo delante de un papel en blanco. Hace ya mucho tiempo que dejé de creer en canciones perfectas, hits únicos, temas que marcan para creer en la identidad y en el sello que a un artista lo haga diferente.
Hoy conversando con él minutos antes en uno de los días mas importantes de mi vida y he descubierto su generosidad musical, asumiendo riesgos en un primer trabajo y poniendo por delante una sensibilidad diferente y apostando por un retrato vital lleno de tradición, amor, dolor y esperanza y como diría él «con sabor a folcklore».
Destacar cualquier canción es injusto por es un proyecto para disfrutar despacio, es un disco tremendamente disfrutón, profundo, creativamente clásico e irreverente a la vez, que rompe las cadenas de lo previsible, haciendo precisamente que lo imprevisible se algo profundamente bello.
Tradición, modernidad, historia, presente, futuro, recuerdos, sueños todos eso se suma en el primer trabajo discográfico de un niño rebelde, con alma de genio y la fragilidad que le da esa sensibilidad extrema a la hora de componer. Alrededor de sus canciones ha creado una familia única y una manera de entender el arte mas allá de lo conceptual que sin duda va a dejar huella.
Alguien, no hace mucho además me recordaba que los artistas, en esa búsqueda de la canción perfecta (de manera consciente o inconsciente) hace grandes canciones, pero es el público, nosotros quienes las convertimos en historia, ahora somos nosotr@s quien debemos formar parte de ese plumaje para que el vuelo de juanjo Bona sea más allá de las cumbres del Moncayo.
No es Villano, sino amigo, últimamente una golondrina que sueña, vuelve a anidar al balcón de «sus tías» por que entre «la plaza y el río» se esconderá el silencio de la sonrisa de uno niño dibujado en los ojos de su «magallonera». Vuela alto «recardelino» por que el niño se hizo grande con las alas de la música. Feliz vuelo Juanjo Bona.
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