Mónica Naranjo en «La Plaza en Vivo»: «Como aquella primera vez …»

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David Fraile
David Fraile
Fundador y director de lacajadmusicatv.com - Periodista , historiador del arte y devorador de libros. Coleccionista del universo Pixar.

La vida y la música a veces te presentan la oportunidad de abrir y cerrar ciclos en la vida sin que tu puedas predecirlo. Para los que seguís mis análisis y mis «distintas crónicas» de conciertos, sabéis que la primera vez que yo abrí mi caja de música para abandonar el sonido y refugiarme en las letras y el papel fue en el antiguo Palacio de los Deportes escondido en los pentagramas y la voz de Mónica Naranjo.

Hoy, tras mucha vida y una pandemia de por medio me volví a reencontrar con el recuerdo del pasado, mis letras de presente y por la ilusión del futuro entre las alas de esa voz, de las pocas, que ha conseguido dejar herida en mi alma y cura en el corazón, Mónica Naranjo regresó a mis palabras de manera distinta, desnuda a piano y voz para que la música, mi memoria volvieran a sonreír.

Sin duda Mónica es en si misma escenario. Mónica es silencio, mirada, notas imposibles y esa fortaleza frágil de ese tipo de artistas que tanto admiro. Abrazo esa locura tan exquisita de aquella que sólo conoce el límite de sus propias heridas, que hace de sus canciones algo más allá de un aria de amor, Mónica le araña y abraza a la vida, quema el recuerdo en la media sonrisa del fuego de su mirada, y en el vuelvo de cisne cubre a la música con esa reverencia eterna, que sólo las grandes divas que esconden la más pura esencia de la música en la garganta saben hacer.

Esta noche la plaza de toros de Alicante desbordó la vida que tanto le falta entre sus cimientos. El espectáculo que despliega la genial artista catalana es de inmensidad absoluta. El conjuro de artista y su público quedan marcados en los tatuajes de esos recuerdos que salpican cada canción de esta gira.

El talento, la voz de Mónica Naranjo es una llama que te roba el aire, que te abrasa y te atraviesa en cada acorde, en cada imposible nota sostenida que se convierte en los «puñalitos que sangran en el corazón de la luna de escorpión«.

Cada canción es una lágrima negra de la que brota vida, cada parlamento entre cada primer acorde es esa nana susurrada que que te besa frío y que te abrasa, que los pedazos de un sueño quebrado los moldea en moneda para que Caronte te lleve más allá del abismo.

Mónica Naranjo y Pepe Herrero fueron más allá de la piel del mar. Un piano con sabor a sal y a final de verano, a azahar recién llovido, ambos bailaron con la voz y con las manos, soñaron y lloraron, navegaron en el «ahora, ahora sin mañana» y le cantaron al amor, al amore, da igual en el idioma que fuera, por que en la voz de Mónica supo a «siempre y para siempre».

Mónica desplegó toda la «minería» del alma de su voz para recordar. Ese volver a casa, volver a la paz y al dolor de unas canciones que en muchos de los casos simplemente nos cambiaron la vida. Canciones que hablaban de «imposibles» cuando con nuestras manos y gracias a ellas le pintábamos al silencio la cara con notas musicales que sostenían un mi bemol mantenido que gritaba que todo ¡si era posible!.

Ella devolvió la frescura al himno de todos, ese que la «niña de grandes ojos marrones», la música, grita cuando tiene miedo y duda, que solloza en armonías imposibles que ni la propia pandemia ha conseguido apagar. La música «sobrevive» ante una realidad que ya no la hace pequeña, sino más grande y más segura que nunca.

Mónica se desplegó con las alas de un ángel negro que se redime en cada historia de ese «puro Minage» que ayer se volvió a alejar en nuestro recuerdo y en nuestro sonido como si fuera aquella primera vez.

«Aquella primera vez»… que yo le canté a ella con palabras, que dibujé sus emociones en párrafos de silencio a través de las mías, ese primer tatuaje en el palacio que sembró mis ganas para contaros la música a pesar de que estéis muy, muy lejos. Ese círculo se cerró ayer por la noche y me devolvió la ganas de conversarte dentro de mi pequeña «caja de música», quizás como «aquella primera vez…».

Así es #PuroMinageTour, la manera que tú tengas de recordar y sentirlo… y así fue la mía.

Mientras tanto el piano de Pepe enmudece, los aplausos callan, y el calor de la mirada de Mónica envuelve la sonrisa de la música, que una noche más volvió a ser feliz.

MÓNICA NARANJO . PURO MINAGE. 'LA PLAZA EN VIVO'. Por : Cris Sánchez
Mónica Naranjo - La Plaza en Vivo
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