Este viernes 15 de marzo Milo J llegaba al Palacio de Vistalegre de Madrid para poner el broche de oro en el sexto y último concierto de su gira por España. Con tan solo 17 años ya se ha convertido en todo un referente de la música urbana con más de 19 millones de oyentes mensuales en Spotify, y ha colgado el cartel de ‘sold out’ en las seis ciudades que va visitado: A Coruña,, Pamplona, Valencia, Barcelona, Sevilla y Madrid.
Horas antes del espectáculo, la emoción previa a una gran noche empezaba a palparse en los aledaños del recinto, mientras miles de jóvenes y niños acompañados de sus padres llegaban ansiosos por disfrutar de su artista favorito en directo. Y es que, el argentino ha logrado unir el pasado con el presente y con el futuro, conectando a diferentes generaciones a través de su música.
Las luces se apagan en el recinto y empiezan a sonar los primeros acordes de la noche. El público se entregó sin reservas desde el primer minuto con 1780, y acompañado de juegos de luces y mucho humo, Milo J se hizo con el escenario con temas como FLA o Toi en mi mic, haciendo que el público no pudiese contener en ningún momento las ganas de bailar y disfrutar cada segundo. Uno de los momentos más especiales de la noche llegaba con Morocha, que los allí presentes recibieron iluminando con las linternas de sus teléfonos móviles, y creando una escena mágica.
Su talento, carisma y energía sobre el escenario le han llevado a situarse en lo más alto de las listas mundiales, y la prueba definitiva de que su éxito no es casualidad llegó al ritmo de uno de sus temas más conocidos hasta el momento, en el que colabora con Nicki Nicole: Dispara. Los divertidos bailes y saltos de sus seguidores más fieles era la manifestación más clara de que esa noche, quedaría marcada en sus memorias durante mucho tiempo.
“Pronto llegará el día de mi suerte, sé que antes de mi muerte, seguro que mi suerte cambiará…” sampea a Héctor Lavoe en Fruto mientras padres e hijos unen su pasión por la música, y los más mayores se prestan entusiasmados a cantar este clásico de los años 70. Un último tramo del concierto en el que no faltaron éxitos como Rara vez, que ya casi acumula 500 millones de reproducciones en Spotify, o Milagrosa, antes de que llegase el esperado momento de la Sesión 57 con Bizarrap.
Con el público entregado en cuerpo y alma, Milo J se despedía, cerrando por todo lo alto su primera gira por nuestro país y dejando claro por que a sus 17 años la palabra “promesa” se le ha quedado corta. El argentino es, sin duda, uno de los mayores referentes del género en la actualidad, y día a día continúa demostrando que ha llegado para quedarse.
