Cuando escribo artículos nunca suelo hablar en primera persona de mi vida, pero esta vez voy a saltarme el protocolo. La pasada noche mi vuelo aterrizo en Barajas a las 20.30, yo volvía de Alemania con dos maletas y una mochila colgada a mi espalda. El concierto de Sofia Ellar daba comienzo a las 21.00 en el palacio de los deportes, literalmente volé para poder encontrarme donde sentía que debía estar.
¿Y sabéis cuando supe con exactitud que a pesar de mis maletas, pintas, estrés y carreras yo estaba donde tenia que estar? Cuando ella apareció y se sentó en ese sofá encima del escenario.
Ver a Sofia en el Wizink Center con más de seis mil personas alrededor no es ver a otr@ artista. Ella es mi artesana musical favorita, llenar un recinto tan grande no es nada fácil y ella lo ha conseguido como tantas y tantas cosas en su carrera, sin necesidad de nada ni nadie más que su propio valor, el que hace falta para conseguir lo que anoche sucedió y todavía recordamos emocionados.
Hay muchas cosas que me sorprendieron la pasada noche, pero creo que si de algo puede sentirse orgullosa Sofia es de saber a ciencia cierta la veracidad de su público, esos que coloquialmente se denominarían “seguidores” o “fans” pero ella siempre ha dejado claro que son familia.
En el Wizink pudimos observar personas de todas las edades, desde familias al completo con niñ@s que venían directamente con el uniforme del colegio, grup@s de amig@s bailando sin parar, parejas demostrándose su amor en cada canción, personas que decidieron acudir solas autoregalándose una noche única y un largo etc de seres humanos que acudieron a la llamada de Sofia.
Todo fue cuidadosamente mimado al detalle para que la noche saliese redonda y así sucedió. Al sonar los primeros acordes nos encontramos en el escenario a una bailarina de ballet que movía sus pies al son de las primeras notas contando la historia que a su vez transmitían las pantallas, notas que sonaron como siempre, con la misma complicidad, talento y ganas por parte de la maravillosa banda, pero mejor que nunca.
Una Sofia emocionada se dirigía al escenario con destellos de luz en su mirada y aunque cayesen pequeñas lágrimas de felicidad y emoción, ni estas dejaron que su voz se quebrase. Ella(r) nos deleito con un viaje por el tiempo que a su vez fue el hilo conductor sobre sus propias canciones, llevando de una manera admirable un ritmo en el concierto que no dejo a nadie indiferente.
No podían faltar colaboraciones como la de Dani Fernández palomiteando en “Rock and rolles de chiquillos”, una sorpresa “secreta” con Álvaro Urquijo a dúo de “G&t’s” , Álvaro Soler que trajo el “Verano con lima” con una complicidad tan bonita en la que acabaron tirados en medio del escenario como si solo existiesen ellos dos en ese preciso momento, lo cual, hizo que el publico se conectase mas que nunca a lo que sucedía en el escenario, pero sin lugar a dudas la joya de la corona fue Ana.
Ana es la madre de Sofia que canto con ella la canción que su propio nombre indica en un dueto precioso y perfecto con una armonía de voces que erizaba la piel, y aun sin querer adquirir protagonismo cantando desde la parte trasera del escenario, se llevó gran parte.
Para tod@s los que allí estábamos fue inevitable que al comenzar a cantar de esa manera tan descomunal nos mirásemos sorprendid@s entre nosotr@s admirando la belleza que estaba sucediendo en ese momento y dando gracias por poder vivir algo tan mágico como lo que nos regalaron madre e hija.
El viaje musical paso por todas y cada una de las canciones que el publico esperaba y vitoreaba, “Mundos”, “Amor de anticuario” ,“Borrachos de sueño” con un tumbao que nos hizo movernos a tod@s del sitio, entre muchas otras maravillas hasta llegar a sus dos últimos singles “Ahora dime” y “Bañarnos en Vaqueros” con el cual llevo al escenario todos esos vaqueros que a través del juego llevaron puestos su seguidores por diferentes partes del mundo y los lanzo con toda la fuerza de una Sofia que cierra victoriosa un ciclo no sin antes acabar deleitándonos con las caricias de las cuerdas que dan melodía a “Media tinta” su ultimo lanzamiento que yo categorizo como obra de arte en lugar de canción.
Querida amiga, seguiremos siempre a tu lado para que ojalá algún día podamos devolverte un poco de toda esa magia que desprendes y nos inyectas, te auguro noches como esta en las que seguirás siendo el altavoz de l@s que luchan fuerte para que sus sueños se conviertan en realidad y finalmente lo consiguen.
Gracias.
Por Sara Astarloa